Dónde Jennie es una omega típica que sólo se dedica a su esposa y a sus hijas.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ya está roto desde hace mucho, mucho tiempo.
jennie + jisoo
(jensoo)
angst...
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Jennie nunca creyó que iba a tener algún día esa vida.
Tomó en brazos a la pequeña niña de dos años que se arrebujó contra ella, escuchando los gritos de las mellizas a un lado, y le revolvió el cabello a la omega que chupaba su dedo a pesar de su edad.
—SullYoon, tu mano —dijo con voz suave, luego de cerrar con llave la puerta del auto, y la melliza menor le sacó la lengua a la mayor, agarrando la mano de Jennie.
SiEun, la mayor, frunció el ceño, corriendo a tomarle la mano a su hermana, y así las cuatro caminaron por el estacionamiento en dirección al supermercado.
—¿Qué vamos a compar? —preguntó SullYoon.
—Comida —respondió Jennie.
—¡He-la-do! —dijo SiEun, casi rebotando.
—No, eso no —contestó Jennie.
—Mamá —balbuceó MinJeong en sus brazos.
Jennie la miró cuando entraron al supermercado, inmediatamente suspirando al sentir que SiEun se lanzó a sus pies, abrazándola por una de sus piernas. Mientras, SullYoon la abrazaba por la cintura en actitud posesiva, e incluso MinJeong se aferró a su cuello.
La omega frunció el ceño.
—Chicas, no puedo caminar...
—¡No impo-ta! —gritó SiEun—. ¡Omma dijo que debemos cu-i-date!
Jennie suspiró, tratando de dar un paso. Lo logró, pero arrastrando a SiEun y a SullYoon consigo.
Cuando JiSoo llegara a casa, iba a tener una buena conversación con esa alfa de pacotilla.
Aunque, a regañadientes, sabía que sus cachorras actuaban así también por instinto propio: Jennie sabía que los alfas le miraban, en especial porque era una omega joven que tenía tres hijas. Todo en ella gritaba FERTILIDAD, algo que los alfas parecían adorar.
Diez años antes, jamás se habría visto así, porque nunca creyó que una alfa estuviera lo suficientemente interesado en ella como para cortejarla. Tenía una cara amargada (según su madre) y una actitud de mierda (según su padre), además de no parecer omega muchas veces (en palabras de su hermana). Todo eso provocó que asumiera, a sus quince años, que no estaba destinada a tener una vida casera, como la que tenían todos los omegas del país.
Sin embargo, eso no cambió hasta que JiSoo llegó a su vida un año después.
Se habían conocido en un local de comida rápida, donde la alfa trabajaba, y enseguida le empezó a cortejar como si no hubiera mañana. Jennie al inicio estuvo muy asustada, porque JiSoo era bastante... intensa.
Y ella no sabía manejar esas situaciones, pues jamás estuvo en ninguna de ese tipo. Menos, cuando la alfa apareció en su casa con ciento veinte rosas blancas, que terminaron en el tacho de basura porque la mamá de Jennie era alérgica a ellas.
