O16.

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Su celo estalló antes de lo previsto

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Su celo estalló antes de lo previsto.

Pensaba que el día viernes entraría en el, pero llegó a mitad de la semana, el miércoles. Despertó con su estómago revuelto por el dolor, su cuerpo tiritando y y empapado en sudor frío. 

Empezó a llorar por el sufrimiento y eso despertó a JiSoo.

—¿Jennie? —dijo, medio adormilada.

La voz de la alfa la estremeció por completo. Su omega se revolvió en miedo absoluto, temblando y lloriqueando.

¿Qué mierda...?

—Du-duele —lloró, sintiéndose helada. Quiso tirar de su enlace con JiSoo, pero no pudo hacerlo, porque tenía claro que el enlace entre ellas ya desapareció.

—Bebé, bebé... —murmuró JiSoo, dirigiendo su mano hacia su marca, como queriendo masajearla, pero se alejó con rapidez—. Dios, cariño, estás muy fría.

—Baño —pidió, desesperada, sintiendo su garganta apretada y la bilis subiendo—. Baño...

JiSoo murmuró una respuesta positiva, y a pesar de que su toque ardió y asustó a su omega, se obligó a permanecer quieta cuando la agarró en sus brazos y se dirigió al baño. Jennie podía sentir la ropa pegada a su cuerpo, empapada en su sudor.

La alfa la dejó en el suelo y Jennie se sostuvo del lavamanos antes de arrodillarse y vomitar en el inodoro. Escupió la cena, bilis y sangre.

JiSoo maldijo al ver el líquido rojo.

—Te llevaré al hospital —dijo ella, saliendo del baño.

Jennie quiso negarse, pero no pudo hacerlo, porque sintió sus piernas húmedas y pegajosas. En un inicio, cuando despertó, creyó que quizás se enfermó por la comida, que algo le cayó mal, sin embargo, sintiendo ahora su entrada empapada, supo que era su celo.

No lo entendía un poco. Los celos no eran así, no era frío y dolor incesante ni miedo. El celo era calor, fuego, necesidad. Pero no había nada de eso, la conocida sensación de un celo normal pareció desaparecer en ese instante.

JiSoo apareció, poniéndose la chaqueta, y olisqueó el aire. Jennie pensó que la agarraría y la llevaría a la cama para follársela, pero arrugó la nariz en señal de disgusto.

—¿Es tu celo? —preguntó, sorprendida.

Jennie no contestó porque volvió a vomitar.

JiSoo no hizo otra pregunta, poniéndole encima un abrigo largo para envolverla y calentarla un poco. La omega sentía demasiado frío, y ni siquiera el calor corporal de la alfa una vez la tomó en brazos, la aliviaba un poco.

Su esposa salió al pasillo, cargándola con facilidad, y entró a la habitación de los niñas.

—¿Madre? —murmuró Rosé, su voz ronca por el sueño.

four seasons Ꮺ jensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora