Dónde Jennie es una omega típica que sólo se dedica a su esposa y a sus hijas.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ya está roto desde hace mucho, mucho tiempo.
jennie + jisoo
(jensoo)
angst...
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Abrochándose los botones del pijama, Jennie no cruzó palabra con JiSoo desde que se levantó de la mesa para ir al cuarto de MinJeong y prometerle que haría cualquier cosa para disuadir a su madre.
Cualquier cosa.
Jennie estaba dispuesta a lo que fuera para que su cachorra siguiera en el club de taekwondo, incluso si eso conllevaba darle a JiSoo lo que tanto deseaba. Mirándola de soslayo, la alfa seguía tensa, aún sin perdonarle que le alzara la voz y cuestionara su autoridad delante de las niñas.
—JiSoo...
—No me gusta que peleemos —empezó, dando a entender que estaba apenada por lo sucedido durante la cena—. Eres mi alfa, no tuve que desafiarte —se disculpó, consiguiendo que JiSoo le mirara al fin, su expresión seria— MinJeong está feliz en el club de taekwondo, y yo sé cómo hacerte feliz a ti.
La alfa enarcó una ceja, indicándole que siguiera hablando. Jennie se plantó delante suyo, poniendo ambas manos sobre su pecho.
—Tal vez sea el momento de tener otro cachorro.
En cuanto la palabra "cachorro" salió de sus labios, JiSoo suavizó sus facciones. Otro cachorro era lo que siempre quiso desde que su tercera hija se presentó como omega.
Una familia gozaba de más prestigio si la mayoría de sus hijos eran alfas.
—Pídemelo, y te lo daré.
—¿Y permitirás que MinJeong siga en el club de taekwondo? —preguntó, esperanzada.
JiSoo pudo haber replicado, incluso negado a ceder a su pequeño chantaje, pero honestamente, le importaba más engendrar otro cachorro que MinJeong y su dichoso club de taekwondo. Aún así, le dio una advertencia.
—Si vuelve a ocurrir otro incidente como el de hoy, tú serás la única responsable.
Jennie frunció los labios, asintiendo en silencio. Estuvo feliz por MinJeong, imaginándose cuál iba a ser su reacción cuando se lo dijera al día siguiente. Se acercó a JiSoo con la intención de besarle, y pese a que JiSoo le correspondió, fue un beso breve, distinto a los que compartieron en su despacho.
—¿Cuándo será tu próximo celo? —preguntó, separándose de ella.
—En... tres semanas.
Si no la dejaba preñada un día de esos, lo haría seguro durante su celo. Sin embargo, esa noche no hizo nada. Jennie lo agradeció, pues en su cabeza aún resonaban los gritos de su alfa, su voz imponiéndose ante ella y sus cachorras.
Se deslizó dentro de las sábanas, y JiSoo le siguió poco después. Se dieron la espalda mutuamente sin decirse nada más, cada una en un extremo de la cama sin un beso de buenas noches. Antes de dormirse, Jennie pensó que al menos consiguió hacer recapacitar a su alfa.
