𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐄! // Peter Parker

4.- PATRULLAJE

Tony estaba parado frente a la puerta de su estudio, Nova llegó con el y cruzó los brazos.

—¿Que querías mostrarme?

Tony la llevó a su laboratorio la sentó en su escritorio. Tocó un botón que estaba sobre la mesa y en el suelo se formó un círculo, de el emergió un maniquí usando un traje negro con detalles blancos y plateados, además de una máscara negra y un cinturón con cuchillos.

Nova se levantó de la silla con la boca abierta, se acercó al maniquí y tocó la tela del traje.

—¿Que opinas del traje? ¿Te gusta?

—Es increíble —Nova lo miró— ¿Para quien es?

—Es tuyo. Bruce y yo lo hacíamos para Natasha pero... Ya sabes que pasó. Y fue cuando me di cuenta que nunca fue para Natasha, era para ti. Llevaba dos años empolvado, creo que es hora de que alguien le dé un buen uso.

—Gracias papá, de verdad.

Nova abrazó a Tony con todas sus fuerzas, el recargó su mentón en la cabeza de la chica.

—Te amo donita, quiero que estés a salvo.

—Lo estaré.

—No te precipites, úsalo cuando sea el momento —Tony la dejó de abrazar y sonrió— Ve a tomar un baño, estás toda pegajosa.

Tony le dió el traje y Nova lo llevó a su habitación, lo puso en un cajón y se dió una ducha. Cuando se lo probó no pudo estar más de acuerdo con su padre, era muy cómodo y ligero.

—Hola Nova.

—¡Hijo de su pin-...! ¿Viernes?

—No, Nova. Soy T.A.Y.L.E.R, o Traje Armado Y Letal Eléctrico, tu padre agregó una r para que sonara bien. Veo que ya tienes acceso al traje, ¿Te gustaría saber lo que es capaz de hacer?

—¿Por qué no?

—Tu traje incluye visón nocturna, calefacción y GPS. Es aprueba de balas, agua y fuego, de los guantes emerge energía eléctrica en forma de rayos; Además tiene compartimientos para guardar cuchillos y algunos de ellos cargarlos de electricidad.

—Cool.

—Si, es cool. ¿Quieres intentar usar la habilidades de tu traje?

—No gracias. Luego hablamos Tyler.

Nova se quitó el traje y lo colgó en su armario. Tomó sus audífonos y salió a caminar, el cielo se tornó oscuro y el viento hacía que el cabello de Nova se moviera ligeramente. Entró en una tienda que daba animales en adopción, vió algunos perritos y decidió que volvería por ese cachorro de dálmata que estaba olvidado en el fondo, pero tenía que pedirle permiso a su padre antes.

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Peter se columpiaba por la zona para verificar que todo estuviera en órden, patrullaba las calles todas las tardes después de la escuela y regresaba a casa después de las diez. Ese día no encontró mucho que hacer, así que se quedó sentado en la cornisa de un edificio jugando Candy Crush. El quería seguir hablando con la chica que Stark le presentó como su hija, así que buscó en internet temas de conversación que podrían tener.

A menudo se sentía insignificante, todo mundo adoraba a Spiderman, pero muy pocos se interesaban en Peter Parker. Desde la muerte de su tío Ben y la picadura de la araña no había tenido ni un solo día normal, sentía toda esa presión sobre sus hombros y la mirada de la gente sobre el. Muchas veces solo quería arrojar la máscara y continuar su vida normal, pero no podía, muchas personas confiaban en el, no podía abandonarlos.

Había pasado al nivel mil doscientos de Candy Crush cuando se percató de la presencia de Nova en la calle, la siguió con la mirada hasta que desapareció tras la puerta de una tienda de mascotas. Peter sonrió y continuó con su juego. Minutos después vió a Nova salir de la tienda, Peter notó a un hombre extraño detrás de ella, decidió seguirlos para asegurarse de que todo iba bien.

Nova sentía una presencia detrás de ella que cada vez se acercaba más y más, se puso alerta y su piel se erizó cuando el tipo comenzó a hablarle.

—Hola linda, ¿Estás sola? ¿Quieres que te acompañe?

—No gracias.

—Vamos, ¿Te vas a hacer la difícil? Podemos pasarla bien.

Nova respiró profundo y siguió su camino, Peter los observaba desde las alturas. Su sentido arácnido se activó, inmediatamente después el hombre puso una mano en el hombro de Nova.

Ella hizo su brazo hacia atrás golpeando con el codo al sujeto en el rostro, clavó su rodilla en su estómago y el cayó al suelo.

Nova tomó uno de sus cuchillos y estaba lista para encajarlo en su pierna cuando alguien sujetó su brazo y cubrió al hombre de telarañas.

Peter arrojó el cuchillo y miró a Nova, la cuál tenía la respiración acelerada.

—¿Estás bien?

—Si, el no, ¿Cómo me encontraste?

—Andaba por aquí y te vi entrar en la tienda de mascotas, luego vi al tipo seguirte y luego te ví tirarlo al suelo.

—Gracias por la ayuda.

—¿Te acompaño a casa?

—¿Seguro que tienes tiempo antes de que tú tía lo note?

—No te preocupes, ya lo sabe —Peter avanzó un poco y al no ver a Nova junto a el se dió la vuelta y extendió su brazo— ¿Vienes?

—Okey, ¿Vamos a caminar?

—Mejor. Te voy a llevar columpiando.

—¿Y como hacemos eso?

—Sujeta mi cuello y yo te sujeto la espalda, es sencillo.

—No lo sé.

—Si no quieres hacerlo podemos ir caminando, no tienes que hacer cosas que no quieres hacer.

—Hay que intentarlo, ¿Qué tan malo puede ser?

Nova abrazó el cuerpo de Peter y el sujetó su cintura, Peter lanzó su telaraña y comenzó a columpiarse.

—¡ES MUY MALO! ¡MUY MUY MALO!

Nova escondió su rostro en el cuello de Peter, el solo seguía balanceándose de un lado a otro para llegar al complejo y dejar a Nova sana y salva.

Cuando Peter soltó la telaraña y fueron en caída libre Nova dió un grito que pudo despertar a todo el vecindario.

—No te asustes Nova, no te voy a dejar caer.

Peter hizo más firme el agarre de la chica y ella abrió los ojos. Ver la ciudad de noche, iluminada por los focos de las ventanas y los faros le dió calma. Poco a poco se acostumbró al ritmo que llevaba el chico, disfrutando lo que quedaba del viaje.

Peter dejó a Nova en el patio del complejo, ella se acomodó su cabello y miró a Peter.

—¿Ves bien a través de eso? —Nova tocó los ojos de la máscara.

—Si, veo perfecto.

—Gracias por traerme, chico araña.

—Un placer, chica afortunada.

Peter lanzó su telaraña y se fue columpiando de ahí. Nova entró a la casa, le dió una manta a su padre que había logrado quedarse dormido en el sofá y subió a su habitación. Repasó cada momento de la noche, el miedo que sintió debido a ese tipo asqueroso, pero lo bien que se la pasó con Peter de regreso a casa. Lloró un poco, pero se lavó la cara y fue a dormir con la satisfacción de haber hecho la nariz del hombre sangrar.