Capitulo 22

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Al día siguiente me levanté y Darla seguía durmiendo, no quise despertarla por ende me pare muy despacio de la cama, fui al baño y me lavé los dientes y la cara.

Bajé a la cocina y ahí estaba ella nuevamente.

—¡Buenos días! —Dice y me queda mirando.

—Buen día—Respondo.

—¿Estas enojada conmigo? Pregunta con cierto cinismo.

—Que hacia el portero de mi universidad aquí.

—Vino avisarme que no estás yendo a clases.

—Madre, no soy estúpida los que avisan son los instructores, o los mismos profesores,

Mi madre se queda en silencio,

—Es un viejo amigo de tu padre.—Responde ella.

—¿De mi padre? Pregunto muy curiosa.

—Si.

—¿Y a qué vino? Pregunto nuevamente

—A decirme que tú padre está aquí, y quiere verte.

No sé porque pero siento una felicidad de repente.

—¿Y donde esta? Pregunto muy feliz.

—No lo sé,

Asiento y estoy dispuesta a ir a mi habitación.

—¡Estefany!

Grita y yo volteo.

—Cualquier cosa que te diga, no le creas por favor.

Asiento Nuevamente y me dirijo a mi habitación, no sin que antes esas palabras me hicieran dudar y hacerme muchas preguntas.

Al llegar veo que darla está despierta sentada en la cama, se percata de que estoy ahí y viene dónde mi y me abraza fuerte.

—Pense que te habías ido,—Dice entre sollozos y por lo que me doy cuenta estaba llorando.

—No enana bajé a comer algo,—levanté su mirada —No me iría darla, o bueno al menos no sin ti.

Un abrazo que duró por lo menos unos 5 minutos.

Darla se bañó, vistió, y se fue a su casa.

Yo quedé  ahí con mi madre y tenía mil preguntas por hacerle pero no pude no las hice.

Subí a mi habitación saqué mi libreta y empezé a escribir.

"Hoy es un día de esos en el que no se cómo se siento, al parecer nada está mal pero tampoco nada está bien, tengo un carrusel de pensamientos e ideas en mi mente, tengo Miles de preguntas por hacer pero no las hago por miedo a su respuesta, quiero saber la realidad de todo pero también tengo miedo a que no me guste nada de esa realidad".

"Mi cabeza está hecha un caos con pensamientos que cada vez me consumen y me hunden mucho más a un agujero del cual quiero salir pero se me hace imposible, es como si cada vez que intento algo me jalara hacia abajo y no me dejara salir a la superficie."

Me estoy ahogando en un mar de sentimientos y pensamientos.

Quiero seguir escribiendo pero mi mente ya no da para más.

Cierro la libreta y me quedo mirando al techo,

Y ahí es cuando empiezan las preguntas

¿Cómo será mi padre? ¿Me querrá? ¿Porque me abandonó? ¿Acaso no quería tener una hija?

Pensamientos pensamientos y más pensamientos.

Tengo miedo de como vaya hacer esto para mí, tengo emoción de ver a mi padre pero tambien tengo miedo de que no me quiera.

Quiero hablar con Eduard el portero, y preguntarle muchas cosas, pero tambien tengo miedo de su respuesta.

¿Porque nunca me había dicho que era amigo De mi madre?.

Pues claro nunca has hablado con el, solo lo veías como el portero que siempre permanecía Feliz, —Respondo yo misma a mi pregunta.

Empiezo a sentir un extraño frío de la nada, me asomo a la ventana y veo que está lloviendo súper fuerte.

El cielo está derramando las lágrimas que yo pude contener.

Ver cómo el agua cae, es uno de los mayores placeres de la vida, el frío que hace cada vez que llueve es lo que más me encanta,

Una gota, dos gotas, cuento en mi mente tratando de olvidar todo lo malo que está pasando en mi vida.

—Siempre vas a tener esa costumbre cierto, escucho decir a mi madre detras de mi.

—Siempre, el sonido de la lluvia siempre será mi sonido favorito.

Ella se pone en la ventana y empieza a mirar hacia fuera, sus pequeños ojos grises están perdidos, no hay una mirada expresiva, no hay nada, solo una mirada insignificante.

—Madre ¿alguna vez te has enamorado?—pregunto

—Si que lo hice,—Dice y sigue mirando por fuera de  la ventana—Me enamore hace muchos años, pero esa persona partió totalmente mi corazón, me hizo una promesa que nunca cumplió, y que a pesar de todo en mi corazón no hay cabida para llegar amar a otra persona como lo hize en ese entonces.—un silencio y una lágrima pasa cae por su mejilla.

—¿Que promesa madre?

—Dijo que vendría por mi, pero nunca lo hizo —se voltea y me mira—Aun estoy enamorada.

—¿Piensas que aún vendrá?

—Si te digo que no te mentiría, —Un suspiro salió de repente y continúo,—Una parte de mi dice que tal vez volverá, y Aunque ya han pasado mucho años, siento que el también piensa en mi como yo lo hago con el, o incluso mucho más.

Un silencio quedó entre nosotras y solo se escuchaban aquellas gotas de agua caer.

La Historia Que Nunca Tuvimos [ Borrador ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora