Capitulo 10

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Creo que lloré hasta quedarme dormida, odio sentirme así, como si no tuviera ninguna razón para continuar.

Me levanto de la cama miro el reloj y son las 2 de la madrugada ¡Que mierda hago despierta a esta hora! —De pronto unas ganas de querer salir a la calle aparecieron, Pero no quiero salir sola, quiero estar con ella, pero no tengo como comunicarme, la necesito, quiero abrazarla.

Siento la necesidad de mirar esos ojos que me hacen sentir segura.

¿Qué hago?, que hago?—Me pregunté un montón de veces buscando una solución, o un pretexto para hablarle, pero no encontré ninguna solución ahora solamente me quedara dormir ¡Necesito pedirle su número! Ahora intentaré dormir de nuevo
Me acosté de nuevo en la cama y luego de unos 10 minutos fue que me dormí,

❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

—Estefany—Una voz me despertó de mi sueño, era mi madre quien tenía una cara de no haber dormido y tremendas ojeras.

—¿Qué pasó?—Pregunté con un poco de sueño y sin abrir los ojos

—Quiero hablar contigo sobre lo que pasó ayer—dice eso y pasa su mano por mi cabello.

Yo me siento en la cama y la quedo mirando

—No tenemos nada que hablar mamá, ayer quería saber la verdad, hoy ya no quiero no tengo ganas de escucharte—no digo más y me levanto de la cama, voy al baño y me cepillo al igual que me doy una ducha.

Hoy es lunes por ende tengo que ir ala universidad, me alisto rápido y voy a la cocina saco una manzana del refrigerador, tomo mi mochila mis audífonos y lo conecto a mi celular, salgo de la casa.

El día hoy está un poco frío, como si fuera a llover, estoy ansiosa de llegar rápido quiero ver a darla.

Llego ala universidad unos en unos 15 minutos y ahí está él, aquel portero con su gran sonrisa, camino un poco más rápido y llego hasta donde está él

—¡Buenos días, señorita!—dice y me sonríe, le miré los ojos y este traía tanta calma o al menos eso pienso yo.

—Buenos días—Respondo con sonrisa.

Y me adentro ala universidad rápidamente empiezo a buscar por todos lados, pero no la encuentro, camino un poco más adentro, pero no la veo por ningún lado y los pensamientos de que no vino hoy se apoderaron de mí, me empiezo a preocupar hasta que la veo en aquel árbol donde nos sentamos aquella vez al parecer estaba escribiendo, o no puedo ver muy bien, pero está de espalda—me acercó a ella y le tapo los ojos.

—¡Quien soy!—escucho una carcajada

—¡Estefany!—Dice y me quita las manos de sus ojos.

—llegaste más temprano—le digo un poco sorprendida y ella ríe.

—No entremos a clases hoy—Vámonos de aquí dice—Solo por hoy ¿si?.

—Está bien, ¿pero para dónde vamos? —Pregunte curiosa.

—A un parque y ya no preguntes vámonos—dice en un tono autoritario me toma del brazo y me lleva con ella.

Salimos de la universidad, y está vez el vigilante ni sé inmutó por preguntarnos ni decirnos nada al parecer todo iba bien.

Cuando ya estábamos fuera de la universidad

—¡Corre!—Dice darla y sale corriendo, lo único que puedo pensar en ese momento es como ella puede correr tanto.

Correr porque te gusta tanto correr, pienso

—¡Darla espera! ¡Estoy cansada!—oh Dios como odio sudar, y ni siquiera llevo 5 minutos haciéndolo

—¡Deja la pereza y corre! Por un momento para y pienso que ya todo está bien cuando de repente

—¡Hagamos una carrera! La que llegue aquel parque primero y toque aquella banca gana—lo único que pude creer fue porque a esa pequeña humana de le ocurrían tantas ideas locas— me gritó y sin más salió corriendo y yo de tras de ella obviamente no iba a dejar que me ganará y me apresure a correr más rápido, la  logro alcanzar, pero luego cuando voy ganando siento un quejido de darla y me devuelvo a ver qué le pasa.

—¡Perdiste!— me dice y sale corriendo— oh que tramposa opino.

Ella corre rápido y llega aquella banca y la toca.

—¡Gane! ¡Gane! —dice superfeliz y empieza a dar saltos y hace bailes todos raros, en forma de victoria.

—Eres una tramposa—le digo cruzando mis  brazos en forma de enojo, y ella me saca la lengua

—¡Pero gane que es lo importante!—sigue haciendo sus bailes raros, y se sienta en la banca

—¿Cómo es que te gusta correr tanto?—Pregunto mientras me siento al lado de ella superagitada.

—De pequeña participaba  En maratones.—dice eso y me mira.

Y ahí justo en ese momento que vi sus ojos pude sentir esa felicidad que en ella se reflejaba, una felicidad contagiosa.

Se levanta, y me da la mano para igual levantarme,

—Caminemos—me dice y empieza a caminar sin siquiera esperar mi respuesta, y yo la sigo.

—¡Calma darla!.

Una gota, dos gotas, ¡oh por Dios está lloviendo!

—¡Darla está lloviendo!.

—Lo sé ya vi, ven acá— ella está parada al frente de una casa viéndola, camino a donde está ella y ¡No, no puede ser!—Darla tocó el timbre

—¡Corre Estefany corre!.

Dice eso y yo salgo corriendo tras de ella, y solo puedo alcanzar a escuchar una señora diciéndonos un montón de groserías, Darla está corriendo superrápido y yo igual

Esta chica está loca, cuando pienso que hace una locura supergrande, se le ocurre otra mucho peor.

La Historia Que Nunca Tuvimos [ Borrador ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora