Capitulo 38

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NARRA DARLA.

Muchas cartas han llegado a mi casa, paquetes en dónde hay fotos de Estefany, en dónde entra a una academia de baile, y habla con una chica.

Mi enojo recorrió mi cuerpo al darme cuenta lo Cerca que estaban, siento celos, pero no puedo hacer nada.

Dentro de esas cartas y paquetes, hay notas que dicen.

Déjala ser feliz, contigo no tendrá esa felicidad, aléjate no eres para ella.

Siento tanta impotencia, pero también siento que no puedo hacer nada, si me acerco a ella quizás y le hagan daño.

Quiero hablarle y le voy a hablar una vez más, necesito hacerlo.

Me doy una ducha, veo la hora y son las 9Am, la voy a ver ya no aguanto más este sufrimiento.

Salgo de la casa, y me dirijo a dónde está ella, toco la puerta, y sale Estefan, cuando me ve se sorprende un poco, pero después me deja pasar.

Ella sale del cuarto y me ve igual un poco sorprendida, sale corriendo a dónde estoy yo y me abraza fuerte.

Sus brazos son mi único lugar seguro.

La abrazo igual con mucha más fuerza, ella me queda mirando y me da un beso y yo se lo correspondí con muchas ganas, y desespero.

Esta vez dejé mi celular en casa, nadie iba a dañar mi momento con ella.

—Perdóname, por favor le digo mientras pegó su frente con la mía.

—Está bien, no pasa nada.

Nos abrazamos, y ninguna de las dos decía una sola palabra.

Un silencio entre nosotras.

Le dije lo que estaba pasando, le conté todo y ella me entendió, me dijo que ella se había sentido muy mal, pero aun así una parte de ella le decía que todo era mentira, o se trataba de una broma.

—Te amo enana.

Ella me acaba de decir esas palabras, mi corazón está que se sale, y dudo ni un segundo en besarla.

—Yo igual te amo Estefany.

Seguimos hablando, y ella me contó todo lo que había hecho y me dijo cada cosa que pasó por su mente.

—Me sentí tan despreciable, como si no fuera ha sido suficiente para ti.

Esas palabras llegaron a mi corazón, y ahora la que se sintió como un ser despreciable fui yo.

—Eres suficiente, claro que lo eres, solo que no sabía qué hacer en ese momento, perdón.

Seguimos hablando y le conté cada cosa con lujos y detalles, ella estaba pensando en encontrar sospechosos.

—Lo importante Es que tú estás aquí, ojalá y no te vayas nunca más.

No dije nada solamente la abracé fuerte.

—Hoy te vez más hermosa que nunca— Digo.

—Estoy igual que todos los días— dice ella.

—No es cierto, hoy el gris de tus ojos está más brillante.

Ella nada más sonríe y me besa, extrañaba sus labios, sus ojos, pero en especial a ella.

Tengo miedo no lo puedo negar, pero sentí que si no lo hacía sería peor, quería protegerla, pero le hacía mucho daño.

No sé si lo que hice está bien, solamente sé que el amor que siento por ella fue más fuerte.

Las palabras de "No te vayas nunca" quedaron resonando en mi cabeza.

No quiero alejarme de ella, y no lo haré, pero tengo mucho miedo, demasiado miedo.

—¿Estás bien? Pregunta ella.

—Si, lo estoy.

(Mentí)

Fuimos a su habitación y estuvimos hablando de muchas cosas.

Ella me intentaba enseñar algunos pasos de baile, pero yo no le cojo el ritmo a ninguno de ellos.

—Es fácil, solo saltas, bajas, y flexiona tus brazos.— Dice ella

—¿Fácil? Esto no es Fácil Estefany, ya me duele el cuerpo.

—¿Una atleta que se cansa muy rápido? Pregunta ella un poco juguetona.

—Si, pero es porque no he salido a correr últimamente.

Ella solamente ríe, y sigue intentando enseñarme los pasos de baile, pero joder se me hace tan difícil, me enredo mucho, y no entiendo cómo le hace en algunos movimientos.

—No haré eso, ya—digo haciendo puchero, y sentándome en la cama

—Perezosa.— Dice ella y me saca la lengua.

Seguimos hablando de muchas más cosas.

Me gusta estar con Estefany, pero no sé siento un mal presentimiento de todo esto.

Me asomo a la ventana, pero no hay nadie está la calle sola.

—¿Qué miras?—pregunta ella.

—Nada, (Miento)

Ella solamente asiente, y me agarra de la cintura me voltea, y nos besamos.

—Todo estará bien, yo estaré bien.—Dice ella agarrando mis cachetes.

Únicamente asiento.

Seguimos hablando hasta que se hicieron las 4 pm y me fui a mi casa, me despedí de todos y empecé a caminar.

De nuevo siento esta sensación toda rara de que alguien me está persiguiendo, volteo varias veces pero nadie está.

Voy caminando con mucho miedo.

Llega en un punto en el que me siento con demasiado miedo, y empiezo a correr rápido, muy rápido.

NARRA ESTEFANY

Darla se fue y yo me quedé hablando con Mi padre, le conté todo lo que ella me había dicho y al igual que yo quedé atónito ante la situación.

—¿Entonces, todo era mentira?—Pregunta él.

—Así es, ella me ama lo hace.

El únicamente ríe y me dice que le gusta verme feliz nuevamente.

Seguimos hablando, mi madre llegó y se sentó con nosotros ahí, ellos están muy juntos, me gusta esto.

—Hija tenemos algo que decirte.—Dice mi madre.

—¡Si claro! Díganme

—Tu padre y yo decidimos, Darnos una oportunidad de hacer las cosas bien, nuevamente.

Me puse tan feliz, y salté a dónde ellos y los abracé tan fuerte como pude.

Arreglar lo que ambos causaron, se me hace algo tan maduro de su parte.

La Historia Que Nunca Tuvimos [ Borrador ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora