Capitulo 26

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Luego de hablar por horas en el parque, Estefan me llevo a casa, habló con mi madre y se despidió de mí.

Fui a mi habitación y estuve pensando en todo lo que él me dijo, y también estuve pensando en Darla no había hablado con ella hoy así que decido llamarla.

LLAMADA.

Un pitido, Dos pitidos, y al tercero contesta.

—Enana.

—¿Dónde habías estado? ¿Porque no viniste a buscarme hoy,? Te extrañe tanto, ¿por qué me llamas hasta ahora?

No pude evitar reír con tantas preguntas.

—Lo siento enana estuve ocupada con mi padre.

—¿Tu padre?—pregunta un poco confundida.

—¡Si! Es una historia larga, ahora mejor ven dime ¿qué hiciste hoy?

—Pues estuve todo el día, encerrada esperando a que vinieras a buscarme para salir o yo qué sé, te extrañe mucho—Dice ella.

Y mi corazón no logra contenerse y empezar a acelerarse muy fuerte.

—Yo también te extrañé enana, ¡ya sé! Hagamos algo como disculpas.

—¿Qué cosa?—pregunta ella.

—Tengamos una cita.

—¿Una cita?

—¡Si! Vayamos a un museo,

—Está bien me parece perfecto, ¿cuándo vamos?

—Mañana a las 3 pm paso por ti.

—Está bien,

—¡Te quiero enana!

—Y yo a ti,

FIN DE LLAMADA.

Me recuesto en la cama, y me pongo a pensar en el maravilloso día que tuve hoy.

Recapitulo todo lo que mi padre me dijo de mi mamá, y tengo cientos de preguntas decidida me levanto de la cama y voy a dónde está mi madre para tener respuesta de cada una de ellas.

Llego a la sala y ella está sentada viendo TV.

—¿Podemos hablar?, —le pregunto.

—Está bien,

Me siento a su lado, y la quedo mirando.

—Cuéntame más sobre tu gran amor.

—Pues, que quieres que te diga.

—No lo sé, lo que tú quieras decirme.

—Sabes que si no me preguntas no voy a saber qué responderte.

—¿Cómo era él?

—Pues, era de cabello negro, con ojos de su mismo color no tan alto y era el segundo hijo de una gran Familia.

No me contengo, le quiero preguntar, pero no sé si eso esté bien.

—Madre, ¿acaso tu gran amor, es el hermano de mi padre?

Esta guarda un absoluto silencio.

—Así es, —Responde ella.

Mi cabeza empieza recordar todo, y uniendo cosas, todo concuerda con todo.

—¿Y cómo era su nombre madre?

—Ray, responde ella.

Entro en shock por lo que mi madre responde, y me quedo sin habla en ese momento.

Sacudo mi cabeza y pienso que puede ser otro Ray, de igual en el mundo hay millones de personas.

No le digo nada a mi madre y sigo guardado silencio.

Me voy a mi habitación sin decir ni una sola palabra y cierro la puerta, y me tiro en la cama.

Si antes tenía dudas y preguntas, ahora tengo muchas más, no sé que hacer ni que creer esto cada vez es más confuso.

Escucho un trueno y me asomo a la venta si está lloviendo y efectivamente está lloviendo,

¡Y ahí está,! Ese sonido de  lluvia que tanto me relaja, una de las pocas cosas que le da tranquilidad a mi vida.

Truenos y muchos truenos, relámpagos totalmente fuertes, pero en vez de miedo, me gusta lo que veo.

Mi mirada está perdida en aquellas gotas de agua, pero mi mente está en otra parte, intentando  averiguar todo lo que está pasando en este momento, y uniendo cables para tener más información.

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NARRA DARLA

Estos truenos me dan tanto miedo, no sé que hacer no puedo dormir el sonido me atormenta.

Me acurruco mucho más en mi cama, y empiezo a llorar estoy asustada, siento que mi llanto es mucho más fuerte que cualquier tormenta.

No me doy cuenta de cuando entra mi padre a mi habitación y este se acuesta al lado mío y me abraza.

—Tranquila pequeña, todo va a estar bien yo estoy aquí contigo, no me iré.

Mi llanto aumenta cada vez más, odio estos sonidos, no me dejan dormir tranquila, son como una pesadilla para mí.

—Shhh—Dice Ray intentando calmarme.

—Todo estará bien pequeña, duerme papá se quedará aquí contigo, nada te pasará.

Cierro los ojos, las palabras de mi padre lograron calmarme un poco.

Puedo sentir como este se acomoda bien  la cama, y me da mucha más tranquilidad saber que él se quedará aquí conmigo.

Los truenos cada vez se hacen más fuerte y no puedo evitar salta cada que escucho uno, Ray trata de calmarme varias veces y lo consigue, pero nuevamente vuelvo a ser asustada por cada uno de ellos.

Tengo miedo, muchísimo miedo.

—Todo va a estar bien pequeña, aquí está tu padre para protegerte de todo, pasa una de sus manos por mi cabello.

Quiero calmarme e intento hacerlo, pero siento que entre más intento menos lo logro.

Ray empieza a acariciar mi cabello y al parecer eso está funcionando Porque me está empezando a dar sueño.

—Gracias papá—Digo.

—Está bien pequeña, no te preocupes, recuerda que yo siempre estaré aquí para cuando más me necesites.

Luego de muchos intentos, cierro mis ojos y por fin logro dormir.

La Historia Que Nunca Tuvimos [ Borrador ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora