Capitulo 25

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Entre risas, y más risas, aparte de cuando estoy con Darla no había otra persona que me hiciera sentir así.

-¿Un helado quieres? Pregunta mi padre y me queda mirando con tremenda sonrisa.

-De fresa, con chispitas de colores, -Digo sonriendo.

-Esta bien, ahora solo falta buscar una heladería.

Dice y ambos reímos,

Estuvimos, Andando por todos lados, hasta que llegamos a un parque y un señor estaba vendiendo en un carrito.

Mi padre se acerca y pide un helado de fresa para mí, y uno de chocolate para el.

Nos sentamos en banca.

-Sabes, el helado favorito de tu madre es el Vainilla.

-No lo sabía,-digo y sigo comiendo mi helado.

No decimos más y miramos todo lo que pasa a nuestro al rededor, unos niños estaban jugando a ser transformes y las niñas jugaban hacer princesas, En ese momento una pregunta llegó a mi mente y no dude en preguntarle a mi padre.

-Quien es la persona de la que mi madre se enamoró? -Pregunto muy curiosa.

-Es una historia larga, dice el.

-No importa, yo la quiero escuchar.

-Bueno, Antes de que tú madre lo conociera a él, yo ya estaba enamorado de ella, pero nunca le dije nada porque no sabía cuál iba Ser su reacción,-este se calló un momento, pero luego siguió -cuando ella lo conoció, algo de el la atrajo enseguida, ambos se gustaron desde el día en que se conocieron, ellos empezaron a salir, y ella se fue olvidando de mi, al pasar de varios meses se hicieron novios, y el día que ella lo presentó a sus padres, ellos no lo aceptaron a el, intentaron muchas veces alejarlos, pero siempre buscaban una manera para poder verse, había veces en los que yo los ayudaba, después de todo ella seguía siendo mi amiga, y era tan grande mi amor por ella, que si ella era feliz con otra persona yo igual sería feliz, -Un suspiro de nostalgia y luego continúo-Ellos se amaron, y se seguirán amando hasta el día de sus muertes.

No supe que decir, ni que hacer, incluso mi helado se derritió y no me dí cuenta.

-¿Y porque se separaron? Pregunto.

-Porque los padres de tu mamá lo obligaron a irse a estudiar a otra parte, le dijeron que si se iba por un año y volvía con notas más altas ellos aceptarían que el estuviera con ella, fue muy ingenuo, el creyó eso y le prometio que vendría en un año, pero para cuando el quiso regresar, esta ya se había ido conmigo.

-¿Contigo? Pregunto más confundida aún.

-Pues, una amiga de tu madre la convenció para que se fuera a vivir conmigo, le dijo que el ya no volvería más y que no lo esperará, tu madre al igual que el fue muy ingenua y le creyó a ella, y así ella se vino a vivir conmigo.

-¿Pero cuántos años tenía mi madre en ese entonces? Pregunto.

-17, tu madre tenía 17.

-¿Y aquel chico cuántos tenía?

Este se queda en silencio y después habla.

-15, el tenía 15.

-Entonces mi madre es mayor que el por dos años.

-Exacto, una de las razones por la cual no aceptaban esa relación, era por eso, el padre de tu madre decía, que ella tenía que buscar alguien que le ayudara económicamente, alguien que sea de su edad y maduro.

-Pero si para el amor no hay edad,- digo.

-Pero para sus padres, eso solo era un tonto refrán.

-¿Y porque contigo si? Pregunto, ¿porque a ti si te aceptaron?.

-Porque yo ya tenía la mayoría de edad, y para ese entonces ya trabaja.

-¿Ambición? Pregunto nuevamente.

-Ellos no lo llamarían así, más bien era una manera en la que ellos pudieran estar tranquilos sabiendo que a tu madre no le faltaría nada estando conmigo.

-Que triste-Digo y hago una mueca de desaprobación con mis labios.

-Si que lo es, Dice el.

Seguimos viendo el paisaje, y ya se podía ver el atardecer.

Hoy está muy lindo era naranjita con rosita.

—Tu Madre estuvo conmigo porque no quería sentirse sola—dice esto y yo lo quedo mirando atenta.

—¿Y porque seguiste ahí? Pregunto.

—Porque pensé que si pasábamos mucho tiempo juntos ella se enamoraría de mi, pero nunca fue así.

—Y el día en que te fuiste, cuantame de ese día,—digo con mucha curiosidad.

—Ese día había discutido con tu madre, la encontré llorando en nuestra habitación con una foto de el, —un suspiro —ese día sentí que ya no podía hacer nada, ya habían pasado 7 años desde aquello y ella un seguia enamorada de él, en ese momento cuándo ví a tu madre pedirle llorando aquella foto que volviera, me di cuenta que ya habia hecho mucho ya era hora de partir.

—¿Pero solo te fuiste, o le dijistes algo antes de hacerlo?—Pregunto muy Curiosa.

—Quise contenerme, pero era tanto mi enojo, que no pude y exploté, le dije todo lo que sentía y la Mala persona que creí que era, antes de salir de aquel apartamento le dije que si algún día regresaba sería por ti, para llevarte conmigo.

—¿Llevarme contigo?

—Si, Pero solo si tú quieres, tendrás todo conmigo, e incluso tu novia se puede venir a vivir nosotros.

No me gustaba la idea de dejar a mi madre sola, no me iría, y la dejaría Shi tirada.

—No es mi novia—Digo y ruedo mis ojos.

—Pero pronto lo será, dice y me pica el ojo.

Que tiene este hombre que me causa tanta confianza, en cada palabra que dice puedo notar todo lo que ha sufrido, y todas las migajas de amor que ha recibido.

La Historia Que Nunca Tuvimos [ Borrador ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora