●La invitación●

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- ¿Y qué paso luego? ¡Quiero el chisme completo! -exclamó Kenia enojada-

- Bueno, ya, no pude evitarlo y lo hicimos...

-Gritó- Dios, no te la creo, ¿Y qué tal? -preguntó moviendo sus cejas pícaramente-

-Me sonrojé- Pues, estuvo lindo...-me tapé la cara con la almohada-

- ¿Qué? Nada de que estuvo lindo, quiero detalles cielo.

- Me sonrojé más de lo que ya estaba, a estas alturas ya debo de estar como un tomate- ¡Kenia!

- ¡Dios! Se te debe quitar esa timidez, pareces yo cuando te conocí. -rodó los ojos

- Lo sé, es que no puedo evitarlo. -reímos-

- Bueno, supongo que no se te quitará nunca.

- Créeme que no. -sonreí-

- ¿Recuerdas cuando nos conocimos?

-Claro, cómo olvidarlo.

Enero 7 de 2005

La maestra de ciencia y tecnología nos había dejado un trabajo en parejas, obviamente yo iría con mi mejor amiga, Caro.

- Caro, ¿podemos agregar a esa niña en nuestro grupo? -pregunté señalando a una niña de cabello rizado algo morenita-

- No, Yadid, la maestra dijo en parejas.

- Pero es que está sola...

- ¿Y? Deja de estarte haciendo la buenita con la gente que no conoces.

- Pero Caro...

- Pero nada, ya apúrate que nos van a regañar. -dijo enojada-

Por un momento la dejé de seguir y me detuve a caminar hacia donde estaba la niña que estaba sola.

- ¿¡Qué haces!? 

- Hago lo correcto.

Luego de eso, me acerqué a la niña y le hablé.

- Hola, ¿cómo te llamas? -le sonreí-

- Y-yo... 

- Tranquila, no importa, ¿quieres ser mi pareja para el trabajo?

- No quiero ser una molestia, vi como ella te gritaba...-dijo apenada-

- Ella no importa, de hecho, ya estoy pensando si todavía la quiero como amiga. Ven conmigo. -sonreí dándole más confianza-

- Está bien. -me sonrió-

Presente

- Recuerdo que después de eso ya no nos separamos. -reímos

- Cierto. -respondí-

- Bueno, vamos a dormir, al parecer el pequeño diablito ya se durmió.

- Sí -bostecé- Vamos a dormir.

[...]

A la mañana siguiente, fuimos a dejar a Bastián al Kinder, Bryan se enojó por que el papá del mejor amigo de Basti me habló.

- ¿Siempre serás así de celoso? -reí y acaricié su cabello-

- Yo no soy celoso. -hizo un puchero-

- Sí, si lo eres corazón. -sonreí-

- Bueno, tal vez un poquito. 

- No, un poquito no. 

- Bueno, tal vez mucho. -Rió-