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Narrador Omnisciente

La tarde en la casa de Lesslie estaba cargada de una calma tensa. Los niños, Bastián y Miranda, jugaban en el jardín con menos entusiasmo de lo habitual. Lesslie, mientras preparaba la cena, no podía evitar pensar en la próxima visita de Bryan y en lo que había sucedido entre ellos.

El timbre de la puerta la sacó de sus pensamientos. Lesslie se acercó con una mezcla de ansiedad y anticipación. Al abrir, encontró a Bryan con una expresión seria que no pasaba desapercibida.

Hola, Bryan - dijo Lesslie, tratando de mantener la compostura. - ¿Qué te trae por aquí?

Hola, Lesslie - respondió Bryan con un tono grave. - Quiero hablar con los niños. Hay algo importante que necesito contarles.

Lesslie asintió, sintiendo un nudo en el estómago. Condujo a Bryan hacia el jardín, donde los niños estaban jugando. La presencia de Bryan parecía cambiar el ambiente, y los niños se dieron cuenta de inmediato de la tensión en el aire.

Bryan, con una expresión seria, se dirigió a los niños. - Hola, chicos. Quiero decirles algo importante.

Bastián y Miranda se miraron entre sí, sus rostros mostrando sorpresa y una tristeza contenida. La noticia que Bryan iba a darles no era algo que esperaban.

Carolina y yo estamos esperando un bebé. Dentro de unos meses, tendrán un hermanito - dijo Bryan, con un tono grave que no dejaba lugar a malentendidos.

Los niños permanecieron en silencio, sus expresiones reflejando confusión y desilusión. Bastián miraba a Bryan sin decir una palabra, y Miranda se abrazaba a la pierna de Lesslie, sintiendo el cambio en el ambiente.

Lesslie, al observar la reacción de sus hijos, se sintió con el corazón roto. Se acercó a Bryan con una expresión seria y ojos llenos de lágrimas, sin querer mirarlo directamente.

Chicos, vayan a sus habitaciones por ahora. Yo los alcanzaré en un momento - dijo Lesslie con firmeza, tratando de mantener la compostura.

Bastián, con una expresión triste, tomó la mano de Miranda. La condujo suavemente hacia la habitación de juegos, dejando a Lesslie y Bryan solos en el jardín.

Una vez que los niños se habían ido, Lesslie se volvió de espaldas a Bryan, sus lágrimas cayendo libremente. Bryan, sintiendo la angustia en el aire, se acercó y la giró suavemente hacia él.

Lesslie, con la cabeza agachada y el rostro mojado por las lágrimas, no pudo evitar la tristeza y el dolor que sentía. El silencio entre ellos estaba cargado de emociones intensas.

Esto ha sido difícil para ti, lo sé - continuó Bryan, con la voz temblando ligeramente. - No era mi intención causarles dolor. Solo quería que supieran lo que está pasando.

Lesslie, aún sin decir una palabra, continuó mirando a Bryan con una mezcla de tristeza y decepción. Su silencio hablaba más que cualquier palabra, y Bryan sentía el peso de la situación.

Lesslie, por favor, podemos hablar sobre esto. Sé que es doloroso, pero quiero entender cómo te sientes y tratar de encontrar una solución juntos - insistió Bryan, tratando de acercarse más.

Lesslie, con el rostro aún bañado en lágrimas, se apartó ligeramente, evitando el contacto visual. - No, Bryan. No quiero hablar de esto ahora. Necesito estar sola y procesar todo esto a mi manera.

Bryan, visiblemente afectado, trató de alcanzar su mano, pero Lesslie se apartó con suavidad. - Por favor, Lesslie. Quiero estar aquí para ti y para los niños. Solo quiero que sepas que estoy dispuesto a escuchar y a apoyar.

Lesslie, con la voz rota, negó con la cabeza y se volvió de espaldas a Bryan nuevamente. - No es el momento. Necesito tiempo para asimilarlo. Por favor, vete por ahora.

Bryan, aunque frustrado, asintió lentamente. - Entiendo. Estaré disponible si cambias de opinión. Solo quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites.

Con un último vistazo lleno de pesar, Bryan se dio la vuelta y se alejó del jardín, dejando a Lesslie sola con su dolor. La noche avanzó en un ambiente cargado de silencio y emociones no expresadas. La cena quedó en segundo plano mientras Lesslie trataba de ofrecer a sus hijos un espacio seguro para enfrentar la noticia inesperada. El dolor y la tristeza permanecieron en la casa, reflejados en la tensión y el silencio de la noche.

Bryan, con el corazón pesado, se marchó, dejando a Lesslie enfrentarse a la tarea de reconfortar a sus hijos mientras lidia con su propio dolor interno.

●La invitación●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora