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Después de regresar a casa desde la fiesta, me encontré sumido en un mar de pensamientos tumultuosos. La revelación de Lesslie seguía resonando en mi mente, como un eco persistente que se negaba a desvanecerse.

Me senté en el borde de la cama, dejando que la oscuridad de la habitación me envolviera. Recordé cada palabra, cada gesto, cada mirada compartida con Lesslie en ese momento crucial. ¿Cómo podía haber estado tan ciego, tan ajeno a la verdad que había estado frente a mis ojos todo este tiempo?

Justo cuando mis pensamientos amenazaban con abrumarme, la puerta se abrió y entró Eddy, mi hermano menor, con una sonrisa en el rostro.

- ¿Cómo has estado, Bryan?- dijo Eddy, mostrando el álbum de fotos que traía en la mano.

Me quedé boquiabierto al verlo parado allí, después de tantos años de no verlo. Me levanté de la cama, sin poder contener mi sorpresa y alegría.

- Eddy, ¿qué estás haciendo aquí? - pregunté, sintiendo una oleada de emociones abrumadoras.

Eddy me abrazó con fuerza, como si no pudiera creer que realmente estaba allí.

- Extrañaba a mi hermano mayor, así que decidí hacer una visita sorpresa.- dijo con una sonrisa.

Lo miré con incredulidad, sintiéndome abrumado por la emoción.

- Ha pasado tanto tiempo, Eddy. Te extrañé.- admití, devolviéndole el abrazo con fuerza.

Eddy se apartó un poco, sosteniendo el álbum de fotos frente a mí.

- Traje algo para ti. Mira lo que encontré mientras ordenaba en casa- dijo abriendo el álbum.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver las fotos de nuestra infancia, de nuestros padres, de momentos felices que habíamos compartido juntos.

-No puedo creer que todavía tengas este álbum- dije con voz temblorosa.

Eddy sonrió, pasando las páginas con nostalgia.

-Es un tesoro de recuerdos, hermano. Pensé que te gustaría verlo. - dijo con suavidad.

Me senté en la cama junto a él, mirando las fotos con cariño. Recordé los días felices de nuestra infancia, antes de que la vida nos separara y nos llevara por caminos diferentes.

- Gracias, Eddy. Esto significa mucho para mí - dije sinceramente, mirándolo a los ojos.

Eddy me sonrió, poniendo una mano en mi hombro.
- Siempre seremos hermanos, Bryan. Siempre estaremos aquí el uno para el otro. - dijo con determinación.

Me sentí abrumado por la emoción, agradecido de tener a mi hermano de vuelta en mi vida. Sabía que teníamos mucho que poner al día, pero por ahora, solo quería disfrutar de este precioso momento juntos.

Y entonces, una foto llamó mi atención, una foto mía y de Lesslie, de nuestra boda.

Mientras contemplaba la foto de nuestra boda, sentí que un peso se apoderaba de mi pecho. Las palabras de Eddy se desvanecieron en el fondo mientras mi mente se sumergía en recuerdos y emociones. Entonces, sin pensar, dejé escapar un suspiro y confesé:

- Eddy, hay algo que necesito admitir... -mi voz apenas era un susurro, pero sentía que cada palabra resonaba en la habitación.

- ¿Qué pasa, Bryan? -preguntó Eddy, mirándome con curiosidad.

- No sé cómo explicarlo, pero... últimamente he estado pensando mucho en Lesslie. No puedo sacarla de mi mente. Y por más que lo intento, ya no siento lo mismo por Carolina. -admití, sintiendo que una carga se levantaba de mis hombros al decirlo en voz alta.

●La invitación●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora