Las flores eran las protagonistas de el paisaje, llenando de colores brillantes aquellos jardines verdes y siendo iluminados por el cálido sol.
La primavera había llegado a la ciudad, haciéndose notar más que nunca. Y si tenía que ser sincero, era la estación favorita para Changbin, aunque no lo admitiría en voz alta.
Demasiado cursi para un tipo como él.
Los rayos del sol ya calentaban lo suficiente el ambiente, pero no sé lo sentía tanto gracias a las brisas frescas que quedaban del invierno.
Era lo suficientemente agradable para poder trabajar en medio del sol en este momento. Acomodando las tablas en medio del jardín, se aseguraba de que estuvieran en el lugar correcto para armar aquella dichosa "capilla" de bodas.
No era algo muy complicado de armar después de todo, pero intentaba hacerlo con el mayor cuidado para no entorpecer el trabajo de los demás.
Los empleados corrían acomodando los adornos de flores y sillas alrededor del jardín para lo que sería la gran ceremonia de bodas, así como también aquella alfombra roja que dirigiría a los novios al altar. No pudo evitar preguntarse cuánto había gastado Jongin en todo ésto, o más bien dicho su hermano, porque su empleado no soltaría un peso ni de casualidad.
-¡Oh Changbin! Aquí estás.- Justamente el hermano de Jongin, un chico pelinegro y de piel pálida, se acercó a él con una sonrisa apenada, ofreciéndole una botella con agua. -Lamento que tengas que armar todo esto solo y en medio del sol.
-Ya te dije Suho, Kyungsoo y Jongin son mis amigos así que esto no es ningún problema para mí.- Lo tranquilizo, tomando un sorbo de agua. Mirando a sus alrededores, se aclaró la garganta para intentar sonar relajado. - De casualidad, ¿No has visto a Felix?
-¿Tú amor? Debe estar adentro de la cocina.- Contesto con normalidad el contrario, provocando que Changbin casi se ahogará con el agua.
-¡N-no es mi amor!- Exclamó aún tosiendo, el contratista estaba rojo como un tomate pero Suho no podría decir si era por eso o por la vergüenza.
-Eso no dice Kyungsoo.- Se burló de él, haciendo que Changbin se replanteara el despedirlo por chismoso. El hombre le dió una palmada en la espalda, como consolandolo antes de hablar. -Que te parece si mejor descansas un rato y vas a verlo... Yo mientras iré a ver los caballos.
Changbin no contesto, espero a que el hombre se fuera para él poder tomar aire y recomponerse, una vez sintió que el calor disminuyo de sus mejillas, decidió que si iría a ver al menor.
Dirigiendose hacia ahí se tomó el tiempo de ver las bonitas decoraciones del salón de fiestas, pensando en lo distinto que lucía el lugar de día. Ya que solo había tenido la oportunidad de conocer el lugar en el cumpleaños de BamBam y no tenía muchos recuerdos de esa noche que digamos.
Las personas corrían apresuradas atravesando el gran salón, hasta se podía escuchar el rechinido de las pisada sobre el mármol blanco. Podía ver al personal cargando los enormes arreglos florales, moviendo las mesas y limpiando los enormes ventanales de vidrio. El organizar una boda, si que era un trabajo pesado.
Quien mejor que Felix para decirlo, según le había contado, era la primera vez que trabajaba en un evento de tal magnitud y si le había costado sus casi tres días sin dormir.
Cuando llegó a la parte trasera del salón, donde estaba la cocina, no entro de inmediato, se quedó detrás de la puerta observando con curiosidad al pastelero.
Felix estaba parado en media de la habitación, con los rayos del sol que entraba por la ventana dándole de costado, resaltando aún más sus cabellos dorados.
ESTÁS LEYENDO
El Rincon de Felixidad || {Felix x SKZ}
FanfictionLee Felix llega a una nueva ciudad para cumplir su sueño de toda la vida, abrir su propia pastelería. Sin embargo, siete guapos hombres a parecen en su tienda declarando una guerra por su corazón. ¿Quien será el ganador? ¿A quien eligira Felix al...