El Rincon de Felixidad || {Felix x SKZ}

19 •Selva Negra•

"Pi, pi, pi...

Ese sonido, ese sonido era tan molesto.

Pi, pi,pi...

Felix lo odiaba tanto, era como si le taladraran el cerebro...

Abrió sus ojos lentamente, sintiendolos mil veces más pesados, aunque no era lo único. Se sentía extraño, como si estuviese flotado sobre una habitación oscura.

La habitación estaba vacía, sus paredes eran de un tono gris y desgastados, con manchas de humedad que hacían que la pintura se desmoronará. No había nada más que la cama donde estaba sentada una persona, viendo hacia la una única ventana a su lado, que mostraba un paisaje oscuro por dónde no se distinguía nada.

Felix sintió la necesidad de irse de allí, no quería estar ahí.

Pero por inercia, su cuerpo se movió solo hacia dentro del cuarto, el frío del  ambiente le congelaba los huesos y hacía que sintiera cierto dolor en la punta de sus dedos.

Poco a poco se iba acercando a la lúgubre figura, que parecía emitir una gran tristeza provocándole ganas de huir de ahí.

Cuando estiró su mano para tocar su hombro, este se hundió convirtiéndose en cenizas que una brisa se llevó. Pese a lo bizarra de la situación, Felix estaba más curioso por saber el porqué las cenizas brillaban como si estuvieran recién prendidas.

Pero cualquier sentimiento fue remplazado, rápidamente, por absoluto horror al ver que ahora la figura lo miraba, y no solo eso, sino que el conocía a esa persona.

Era él, era su cara.

Aquel reflejo mostraba un rostro cadaverico, con la piel de sus mejillas pegándole a sus pómulos, las cuencas de sus ojos hundidas dejando una gran aureola negra a su alrededor, sus labios estaban también fruncidos en una permanente mueca de tristeza. Pero lo que más le sorprendía era su piel, pálida y grisácea, tan seca que parecía agrietarse.

Era la visión de la muerte en persona... Su muerte...

Completamente desencajado y horrorizado, su otro yo abrió la boca, escupiendo desde adentro miles de cenizas más en su dirección. Al verse atacado, lo único que alcanzó a hacer es a emitir un grito silencioso..."

Aquel grito traspaso su sueño, haciendo que lo sintiera en sus oídos cuando se levantó de un sobresalto.

Felix se sentó en su cama, su respiración era agitada y estaba empapado en sudor, miro a todos lados, agarrándose fuertemente de su pecho. Estaba en su pequeña habitación del edificio Lee, en penumbras pues era de madrugada, aunque gracias a la brillante luz de luna le daba la suficiente iluminación para orientarse.

Le tomo un momento largo el calmarse, el que sus sentidos volvieran a la normalidad. Tuvo que pararse a buscar un vaso con agua, pues sentía que había corrido alguna maratón.

Simplemente se sentó en medio de su sala, intentando analizar lo que había pasado, ya que ahora era muy confuso y ese tipo de sueños lo dejaban más aturdido.

Porque no era la primera vez, hacía ya semanas que este tipo de pesadillas lo invadieron, haciendo que su descanso, que ya de por sí era escaso, ahora se volviera nulo.

El ambiente tampoco ayudaba, todo se sentía más denso y pesado ahora que el verano había llegado.

Aunque claro, era tonto pensar que era solo por eso.

Felix dejo aún lado su vaso con agua, acercándose hacia la ventana, mirando la obscuridad que envolvía a la ciudad. Últimamente las noches parecían más peligrosas, pensó Felix.