Viviendo con ¿Nerds?

22. Una nueva venganza

DIA 13 - 8:00 AM.

Lancé mi vestido a la cama y rebusqué entre mis zapatos unos tacones, hoy rompería las reglas.

- Juls.- me llamó Mike desde su cama.

- ¿Que?- grité sin dejar de buscar.

- Ya admite que estás celosa y déjame dormir.- me dijo con un tono cansado.

Me voltee y lo fulminé con la mirada.

- No. Estoy. Celosa.- dije con enfado.

- Si lo estás, querida Julie.- anunció.

Ahg. Como lo odio.

- No.- continúe negándolo.

- Mejor faltemos hoy y vamos a comprarte algo lindo para tu cita.- me sonrió.

- No pienso salir con el traicionero de Brad.- sentencié.

- Eso dices ahora.- volteó los ojos.

Que gran apoyo, amigo.

- Pero...- comencé.

- Pero nada.- me interrumpió y dude en si lanzarle el tacón que tenia en mis manos o no.- solo son amigos.

Definitivamente debería lanzarle el tacón.

- Julie... deja de ser tan exagerada.- me dijo como si fuera una niña pequeña- Brad sólo la ayudo para su examen y ya.

- ¡Ese es el problema! los candidatos estamos eximidos de todos los exámenes.- le recordé, me miro por unos segundos y luego abrió los ojos recordando.

- Hay que matarla.- dijo sin más.

Esta vez fui yo quien volteo los ojos.

- Hay que matarlo a él por traicionero.- dije.

- Deberíamos vengarnos.- dijo mirándome emocionado, este chico tiene algo con las venganzas.

- ¿Como?- pregunte curiosa.

- ¿Que es lo que más aman las chicas de si mismas?

- ¿Nuestro... cabello?- dude.

Y luego entendí.

- ¿Estás pensando lo mismo que yo?- me preguntó a lo que yo asentí emocionada por la idea.

- ¿A dónde vas?- pregunte en cuanto comenzó a caminar hacia la puerta.

- A la peluquería.- dijo obvio.

- ¿Porque?- pregunte confundida.

- ¿No nos haríamos un cambio de look?- preguntó ahora el confundido.

- Eres un caso perdido.- reí.

- Definitivamente no entiendo.

- ¡Su cabello Mike, no el tuyo!

- Oh claro, ya lo sabía.- dijo avergonzado.

Volví a reír.

- ¿Que haremos?- pregunté.

- ¿Teñirlo?- opinó.

- No, ya lo hicimos con Dylan.- recordé.

- ¿Cortarlo?

- No, le haríamos un favor.

- ¡Lanzarle algo!- dijo emocionado.

- ¿Como que?- pregunté.

- ¿Huevos?- comenzó.

- ¿Harina?- continúe.

- ¿Miel?