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Se dio vuelta en la cama y tanteo con su mano sin lograr localizar nada.

Soobin abrió los ojos y prendió la lampara de noche, se levanto apresurado al ver que Sunoo no estaba y salio a buscarlo, rápidamente siguió el camino de donde provenía el llanto, mas específicamente de la habitación de Kai.

La puerta estaba abierta y sin pedir permiso entro, Kai cargaba a Sunoo dándole pequeñas palmaditas en la espalda.

-Creó que tuvo una pesadilla pero no me ha dicho de que fue- le explicó.

-Me asuste cuando no lo vi en la cama- le dijo acercándose y paso sus manos por la pequeña mata de pelo-tranquilo bebé, papá esta aquí y Kai también.

-Claro- Kai dijo y luego lo miro, Soobin vestía sólo la parte inferior de su pijama dejando al descubierto los músculos de su abdomen.

Kai desvío la vista al niño.

-No creo que quiera despegarse de ti esta noche, ¿no te molesta dormir con él?— le preguntó y Kai negó acomodándose en la cama con el niño.

-Que pasen buenas noches— le dijo y estuvo a punto de irse cuando Sunoo tomó su mano.

-No vayas, no dejes― lloró fuertemente aferrado a la mano del pelinegro.

-Aquí voy a estar bebe- le dijo y miró a Kai pidiéndole una respuesta.

-Duerme aquí por hoy, dejaremos que duerma en medio.

Soobin asintió apenado subiendo en la cama mientras Kai le daba espacio.

-Perdona si pateo un poco-se disculpó es que la cama es muy pequeña.

-No te preocupes yo tampoco duermo precisamente en un sólo lugar- sonrió —¿Y si nos pasamos a tu cama?, es más grande.

—Sí vamos.

Se levantaron de la cama para pasarse a la habitación del pelinegro, aquella fue la primera de muchas veces que dormirian juntos.

PAPÁ SOLTERO/  SooKai/ FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora