XII. Coche

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-¿Todo listo? -Samuel me pregunta por última vez, antes de salir de la oficina dirección a la estación del Ave-. No quiero llegar tarde.

- No te preocupes, saldrá todo bien -intento calmarle, sé lo importante que es la reunión de esta tarde para él-.

- ¿Y Raúl?

- Estará en Madrid, esperándonos en el hotel. Cálmate -le pido, a este paso me va a contagiar el nerviosismo y es lo último que necesito-.

¿Os acordáis de Raúl? El compañero de trabajo con el que colaboramos alguna que otra vez y, que sin éxito, me ha lanzado alguna que otra indirecta. Pese a ello, nos llevamos muy bien y sé que es buen tío.

En este viaje de negocios (como se suele decir), nos acompañará él también, dado que se trata de un allegado suyo. Visitaremos varios apartamentos turísticos de la capital para realizar una nueva propuesta para atraer a más clientes y aprovechar la idílica ubicación.

Y, ¿adivináis quién se ha enterado que voy a Madrid y me ha propuesto vernos? Aunque bueno, este es un tema que mejor dejamos para otro momento.


-¡Cuánto tiempo sin veros! -es lo primero que dice Raúl cuando nos ve aparecer a Samu y a mí por la puerta del hotel-. ¿Cómo estáis?

-Muy bien, ¿tú qué tal? ¿cómo ha ido el viaje? -le pregunta Samuel, intentando camuflar sus nervios-.

-Espero que vaya todo bien -le digo amable a Raúl, mientras nos saludamos con dos besos en las mejillas-.

-¿Queréis que nos reunamos para preparar la reunión de esta tarde? -propone Raúl, con ganas de trabajar-.

Genial, porque no me gusta perder el tiempo.

En el hotel nos ceden una pequeña sala con una mesa central y un proyector. Saco mi portátil, mientras mis compañeros detallan el perfil de los gerentes a los que van a ver esta tarde.

-Lo dicho, -en ese momento Samuel se dirige a mí-, Lara, tú te encargarás de la parte de organización para asegurarnos que todo está bajo control y saldrá lo antes posible, ¿vale?

- Así es, tengo todo el cronograma preparado. He anotado tanto las fechas previstas como las posibles desviaciones por imprevistos y/o complicaciones -le explico, convencida de mi trabajo-.

-Por lo demás, podrás acompañarnos en la reunión o, bien, dejarnos solos para hablar de presupuestos. Como más cómoda estés, no tengo problema.

¿Eso quiere decir que puedo acabar antes y tener un poco de tiempo libre en Madrid? ¡Toma!


En ese momento, tengo una idea y la pongo en marcha. Saco mi móvil y busco su contacto en Whatsapp:

Hola 👋 12:07h

Ya sabes que estoy por Madrid hoy, ¿tienes algo que hacer esta tarde sobre las seis? 😜 12:08h

Guardo el móvil y pongo toda mi atención en la reunión. Analizamos las diferentes situaciones que pueden suceder para saber cómo actuar en cada caso. Aclaramos diferentes puntos de la presentación que han preparado mis compañeros y acabamos de matizar algunos detalles. Con la tontería, se nos ha hecho la hora de comer y a las cuatro tenemos la reunión.

Mientras nos dirigimos al restaurante del hotel para comer algo, miro mi móvil esperando noticias del mallorquín y efectivamente, no tarda en hacer acto de presencia:


Marco A.:

¡Ey! 13:35h

¿Al final te has acordado de mí? jaja 13:35h

Mmm miro la agenda y te digo... 😉 13:35h


Al ver su respuesta no puedo evitar reírme. El jodido va a acabar conmigo.


Puedo cambiar de opinión fácilmente, eh 😁 14:15h


Y antes de que pueda guardar el móvil en el bolsillo, ya me ha respondido:


Es broma 😜 14:16h

Sobre las cinco y media acabo de entrenar. ¿Paso a por ti? 14:16h

Prometo no raptarte, devolverte al hotel sana y salva a la hora que quieras y prepararte una cena rica. 😋 14:16h

¿Qué me dices? 14:17h


Al leer sus mensajes no puedo evitar volver a reírme y mis compañeros me miran mal. Les sonrío tímidamente y me dispongo a responderle a Marco.


¿Acaso se puede decir que no a esa propuesta? jaja 14:19h

Te paso la ubicación después. 14:19h


En la comida comentamos un par de cosas de la reunión que tenemos en breve, y al acabar nos dirigimos a la sala de coworking en la que hemos quedado con los gerentes de los apartamentos turísticos.

Entramos los tres a la ansiada reunión y, tras una breve charla animada sobre las próximas fiestas de navidad y el frío que hace ya en La Capital, comentamos a hablar de trabajo,

Después de presentar el plan de acción y los tiempos de trabajo, escucho a mis compañeros hablar.  Me toca esperar a que hagan el descanso de rigor para ir al baño y tomar un poco de agua para poder despedirme e irme de la reunión como habíamos acordado previamente.

- Nos vemos después en el hotel, -me dice Samuel para despedirse de mí, mientras bebe agua-, descansa. 

- Gracias, hasta luego -me despido de Samu y Raúl, este último me guiña el ojo en modo saludo, y acto seguido voy en busca del ascensor para salir del edificio. 

Una vez en la calle, busco el coche de Marco, aunque no sé muy bien cuál es. ¿Entonces? JO-DER, Lara. En qué líos te metes tú solita. 

Voy a escribirle por WhatsApp si ha llegado y qué coche tiene, pero justo aparece un Audi que para delante de mí. Solo necesito dos segundos para saber que es él: moreno, gafas de sol y sonriendo. 

Visto así... podría ser cualquiera, lo sé. Pero en ese momento, el coche emite un pitido en señal de que ha quitado el seguro de las puertas y, por lo tanto, puedo entrar. 

- ¡Hola! -le saludo, mientras me acerco a darle dos besos- ¿Cómo estás?

-Bien, por hoy ya tengo los deberes hechos -responde mientras me imita dándome dos besos-, ¿tú qué tal la reunión?

Huele muy bien y no puedo evitar acercarme más a su cuello para oler su colonia mientras nos saludamos. Él se da cuenta y se ríe mientras me mira. 

-¿De qué te ríes? -le pregunto para intentar salir del paso, pero él niega con la cabeza, así que lo dejo pasar-. Bien, o al menos eso creo. Mis compañeros se han quedado ultimando detalles, mañana me contarán. 

-Genial, entonces tenemos toda la tarde libre -sentencia, mientras pone en marcha el coche y conduce por las calles de Madrid-. 

-¿Adónde me llevas? -le pregunto como una niña pequeña, mientras inspecciono todo el coche-. 

-Déjate sorprender -es su respuesta, antes de subir el volumen de la radio y contarme cómo había ido el entreno de ese día.





Hacerte feliz | MARCO ASENSIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora