XXVII

78 3 2
                                    

Es complicado alejarte de alguien cuando le ves por todos lados: en la tele, en prensa, en Instagram... en otras palabras, es difícil olvidarse de Marco. Y mucho más cuando una de tus amigas está en contacto con su hermano. Qué puntería la mía.

Estoy apagando el ordenador de la oficina a punto de poner fin a mi semana de trabajo cuando recibo un whatsapp bastante inesperado.

Holaaa, Lara! 14:34
Imagino que Sandra te habrá comentado que mañana salimos a comer todos los que estuvimos en fin de año para celebrar mi cumpleaños, ¿te animas? 14:35
Estáis invitadas todas vosotras. Será comida y después tardeo en casa. Por cierto, no os preocupéis por nada, podéis quedaros aquí perfectamente. 14:35
Me he tomado la confianza de decírtelo yo directamente porque sé que le has comentado a Sandra que no podías venir. Sé perfectamente el motivo, te entiendo. Hazlo por mí, os lo pasaréis genial. 14:36

Aquellos mensajes de Igor me convencieron para irme con mis amigas a Madrid aquel fin de semana a pasarlo bien.

En cuanto a la posibilidad de ver a Marco... bueno, era algo que todavía no había pensado. Tendría unas dos horas de AVE para pensarlo. Aunque realmente, intentaría hacer como si nada y ya está.

Una vez llegamos las cinco juntas a la capital aquella noche, fueron Igor y Ángel quienes vinieron a por nosotras.

Irremediablemente, nos quedaríamos a dormir en casa del futbolista. Quien, para mí tranquilidad, no estaba allí. Imagino que tendría partido y estaría fuera, así que por mí mucho mejor.

Hasta aquel momento nadie sacó el tema, pero después de cenar, y tras tomar alguna cerveza de más, los amigos del mallorquín hicieron del mismísimo FBI.

-¿Qué tal todo? -me preguntó Berto, sentándome a mi lado en el sofá-.

-Bien, no me puedo quejar -le conté-. ¿Y tú qué tal?

-Bien, no me quejo tampoco. De vez en cuando vengo a visitar a Marco, así que vengo bastante por Madrid. El trabajo me lo permite.

-¡Ey! ¿De qué habláis? -Ángel se sumó a la conversación sentándose a mi otro lado-.

-Le contaba que solemos venir por Madrid -explicó a su amigo.

-Ah, sí, es un puntazo tener a un buen amigo aquí. Hace poco también viniste tú, ¿no? -preguntó y me di cuenta que entrábamos en un tema delicado.

-Sí, hace unos días. Vine por trabajo y aproveché para quedarme un par de días.

-¿Y con Marco qué tal? Nos dijo que te quedaste aquí, pero nada más.

-Bien, hablamos de vez en cuando -les explico, sin entrar en detalle.

Tras mis palabras, como si fuera un acto reflejo, aquellos dos bebieron un sorbo de su cerveza.

-¿A qué Marco es especial? -Berto empezó a ponerme nerviosa-.

-¿A qué viene esa pregunta?

-Muy fácil, ¿te gusta? -contraatacó Ángel-. No le vamos a decir nada, en serio.

-Mejor dicho, ¿esperas verle estos días? Ambos os gustáis, eso se nota.

-Estáis diciendo tonterías -les intenté cortar, pero misión imposible.

-Lara, venga ya... admítelo. Marco es nuestro amigo y sabemos de sobra su opinión.

Hacerte feliz | MARCO ASENSIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora