Capítulo 21

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- Papi. - la pequeña castaña está sentada en la mesa del comedor haciendo los deberes mientras su padre rizado está a su lado con el ordenador portátil mirando cosas de su negocio. Ninguno de los dos se da cuenta de que el mayor ha entrado por la puerta.

- Dime princesa. - le dice sin mirarla, enfocado en la pantalla. No entiende como después de apenas un mes de estar abiertos se genera tanto papeleo.

- ¿Por qué pone ahí Harry Styles? - le señala uno de los documentos que tiene por la mesa.

El rizado levanta la cabeza y la mira con una cara interrogante. Desde que aprendió a leer, la pequeña intenta leerlo todo.

- Es un documento del trabajo, y ese es mi nombre. - le explica dulcemente. Louis se había quitado el abrigo y los zapatos de forma silenciosa y los estaba escuchando.

- Pero, ¿dónde está el Tomlinson? - La niña le mira torciendo su cabecita, directa a sus ojos.

- Yo no soy Tomlinson, cariño. Mi apellido es Styles. ¿No te gusta? - después de pensarlo unos segundos niega. - ¿Por? -

- Las familias tienen el mismo apellido, si tienes otro no somos familia - hace un puchero. - eres mi papi, tienes que ser mi familia.

Al rizado se le encoge el corazón ante el puchero y ojos llorosos de su hija. Siempre se queda impresionado de lo lista e inteligente que es, como se fija en cada pequeño detalle y le da argumentos validos que los razona primero en su cabecita.

- Preciosa, no tengo el mismo apellido porque tu padre y yo no estamos casados, y al igual que tú llevo el apellido de mi padre. Pero eso no quita que seamos familia. Ser familia es un sentimiento y te aseguro que yo siento aquí en mi corazón que eres mi familia. -

- Yo también siento que somos familia. Pero... ¿Tú querrás ser Tomlinson? Para ser como papá y como yo -

- ¿Eso te gustaría? - la pequeña asiente feliz. - A mí también. Aunque ya tengo a la mejor hija del mundo, así que estoy feliz.

- Y yo el mejor papi del mundo. - dice animada imitando el tono del ojiverde, éste se acerca y le da un abrazo y un beso.

- Ahora acaba los deberes, llevas demasiado tiempo para hacer esas sumas. - una sonrisa de inocencia aparece en el precioso rostro de la castaña.

Por su lado, el ojiazul que había estado escuchando todo se queda pensando. "Harry Tomlinson" Eso sonaba jodidamente perfecto. Claro que alguna vez se le había pasado por la cabeza que quería casarse con el ojiverde, no había cosa que quisiese más en estos momentos, pero el saber que el menor también querría y que le hacía ilusión le dio más confianza en el asunto.

Sabía que todavía no llevaban ni un año juntos, pero lo de ir despacio no era su fuerte, a parte, cuando sabes que es el hombre de tu vida y que no quieres separarte de él nunca qué más dará el tiempo que lleváis juntos.

Tendría que pensar en una bonita manera de pedírselo y comprar el anillo perfecto. Sí, eso iba a hacer, a partir de mañana iba a ser su prioridad.

Entra sonriendo al salón donde sus dos personas favoritas en todo el mundo se dan cuenta de su presencia y le dedican las más hermosas sonrisas.

Su hija rápido levanta los brazos en señal de querer un abrazo y él se aproxima feliz de dárselo.

- Hola cariño. - se separa del abrazo y deja un beso en la cabeza. Después se acerca a su novio y le da un beso suave pero largo en los labios. - Hola mi amor.

- Hola precioso. No pensaba que llegarías tan pronto. Me alegro de que ya estés aquí. - su niña lo secunda asintiendo mirándole con una sonrisa. El castaño le acaricia la mejilla a la pequeña.

¿Qué me has hecho?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora