Llevaban ya una hora en el pub, habían estado hablando un poco de todo porque Harry todavía no se atrevía a decir nada de lo que su cabeza imaginaba en voz alta. Sabía que en cuanto dijese algo del tema todo se convertiría en una realidad. No quería ni que su sospecha fuese real ni mucho menos que al final tuviese razón.
- Creo que deberías frenar un poco el ritmo, ranita, llevas ya tres cervezas y tú no toleras muy bien el alcohol. - la mano de Niall acaricia su brazo, intenta mirarlo a los ojos. pero el ojiverde no levanta la cabeza del botellín.
- Estoy bien, solo necesitaba distraerme un poco. Ha sido muy estresante últimamente. -
- ¿Por? La cafetería va super bien, cada vez que bajo está llena o casi llena. La gente de otros edificios han comenzado a ir también y tus pastas están triunfando. - anima el rubio.
- Sí, y tú sabes bien de lo que hablas. - comenta con burla el moreno. - Bajas como ocho veces al día con la excusa de tener hambre, ¿verdad? -
- Bajo porque tengo hambre y este buen samaritano me alimenta. -
- Nada tiene que ver la chica guapa que trabaja allí... - la cara de situación del rubio y la de superioridad del moreno, el animo del rizado sube un poco. Ama tanto a sus amigos, le encanta cuando se provocan, la relación cercana que tienen. Agradece tanto tenerlos.
- Barbara es agradable y amable, es todo. - el irlandés está rojo como un tomate.
- ¿Cuándo la vas a invitar a salir? Te pasas el día hablando con ella. - aporta el ojiverde.
- Reconozco que me da un poco de miedo que me rechace... es tan increíble que no creo que alguien como yo llame su atención. -
- ¿Cómo? - dijeron los dos amigos indignados a la vez. - Niall Horan, eres una persona alucinante, gran corazón, amable, listo, gracioso, sensible, sabes escuchar, ayudas sin esperar nada a cambio, guapo y carismático entre otras cosas, nunca pienses en "alguien como yo" como algo malo, porque eres todo lo contrario. - ahora es el ojiverde quien anima.
- Yo digo que lo intentes, las veces que os he visto juntos la he visto muy receptiva contigo, seguro que estará encantada si la invitas a una cita. - el moreno mira con una sonrisa suave a su ahora inseguro amigo.
- Lo pensaré, no os prometo nada, pero lo pensaré. - los tres sonríen.
Siguieron hablando un poco más, a Harry le fue bien distraer su cabeza, al menos el rato que habían estado charlando de todo y nada no pensó en todo lo que le atormentaba.
Al llegar a casa esperaba que Lili ya habría cenado y si no se había acostado debería de estar ya en la cama, no es que fuese super tarde pero la niña tenía que tener un horario.
Justo al abrir la puerta su hija estaba subiendo las escaleras, la pequeña feliz por verle vuelve hacía abajo y se lanza a abrazarle. El rizado se agacha y la alza para abrazarla en condiciones.
Solo habían sido unas horas y se habían echado de menos como si fuesen días. Sabe que es normal, pasan todas las horas posibles juntos así que cuando no lo hacen se sienten raros.
- Princesa, deberías de estar ya en la cama. Es tarde, mañana hay colegio. - le dice en tono dulce y acariciando su pelo.
- Lo sé, es que... quería verte antes de dormirme, siempre me das las buenas noches y quería que hoy también. Papá ya no me dejaba esperarte más... -
- Bueno, pues vamos a meterte en la cama y a darte las buenas noches como corresponde. - la sonrisa de la pequeña podría iluminar el mundo. Al menos iluminaba el de Harry.
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¿Qué me has hecho?
FanfictionLouis es padre de una hermosa niña de 4 años, trabaja mucho así que necesita contratar a alguien para ayudarle a cuidar de su hija. El caprichoso destino pone en su camino a Harry Styles un joven bondadoso que queda encantado con los Tomlinson. O d...