Capítulo 8

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Decir que Harry está nervioso es quedarse corto. Le quedaban tan solo 5 pasos para entrar al edificio donde trabajaba Louis, este le había enviado un mensaje diciendo que la reunión se estaba atrasando y que le esperase en su despacho. Nunca había imaginado que iba a tener una especie de cita con su jefe, su guapo, hermoso, listo y amoroso jefe. El mismo al que estaba entregando su corazón sin oponer resistencia, porque no podía, desde el primer día que lo vio su corazón ya no le pertenecía.

Entra a la recepción y la chica de la otra vez le saluda sin apenas levantar la mirada, concentrada en los documentos que estaban en su mesa.

- Buenos días señor, ¿en qué puedo ayudarle? -

- Buenos días, venía a ver a Louis Tomlinson, me ha pedido que lo esperase en su despacho. - la chica levanta la mirada para fijarse en Harry y finalmente parece reconocerlo.

- Oh, claro, emm... bueno, ya sabe el camino. Si necesita cualquier cosa no dude en pedírmelo. Mi nombre es Taylor.

- Muchas gracias Taylor. Soy Harry, por cierto. - le sonríe y se marcha hacía el ascensor.

Al salir en el octavo piso como la última vez vuelve a encontrarse con la secretaria que intentó coquetearle a su Louis. Ésta levanta la mirada, recorre su cuerpo de arriba a abajo para luego hacer una mueca de desagrado y sin una pizca de amabilidad levanta una ceja como esperando que le diga que quiere.

- Em... hola, ¿me puede indicar cuál es el despacho de Louis Tomlinson? Me ha pedido que le espere allí. -

- ¿Tiene cita Sr...? - hace un gesto con la mano como para que diga su nombre.

- No, y me llamo Harry Styles.

- Bien, Harry Styles. Al despacho del Sr. Tomlinson no entra nadie si él no está y menos sin cita, a excepción de mi persona claro. Así que si quieres esperarte, espérate allí... - señala unos sillones a unos metros.

- Ok. Gracias. - va hacía allí, no entiende como puede ser tan borde una persona y mirarle tan mal cuando ni siquiera le conoce.

Después de unos largos 20 minutos más, de miradas de asco de la secretaria cada tanto y agotar todas las vidas en los diferentes juegos de su móvil la puerta del final del pasillo se abre dejando salir a diferentes hombres y mujeres entrajados, unos 5 aproximadamente. Después la cara conocida de Liam y por último el ser más bello del mundo (para Harry, claro).

Instantáneamente como si de dos imanes se tratasen sus ojos conectan, se sonríen, pero después el castaño frunce un poco el ceño al verlo ahí sentado y no en su despacho como le había dicho.

Liam sigue la mirada de su amigo hasta encontrarse con Harry, y sonríe alegremente por verle ahí. Cada persona se va a su departamento y Liam aprovecha para venir a saludar al exmodelo antes de que su amigo lo acapare. Se acerca a él con una sonrisa enorme que le llegan a los ojos y Harry se levanta correspondiéndole el gesto, todo bajo la atenta y fría mirada de la secretaria de Louis.

- ¡Harry! Hola amigo, ¿qué haces aquí? ¿qué tal todo? - le abraza.

- Hola Liam. Todo bien, he venido a... - se calla, no sabía si Louis querría decir que se va con él por ahí.

- A desayunar conmigo. No me ha dado tiempo a comer nada en casa. - Interrumpe Louis y se pone al lado de Liam.

- Oh ya claro, vaya excusa. La de veces que haces eso... - Louis le da una mirada de advertencia que provoca la risa de su amigo - bien, bien. Me marcho. Un gusto verte Harry, por cierto. Mañana es el partido de la final de la champions, ¿os apetece a tus amigos y ti que hagamos como el otro día? Tommo pone la casa.

¿Qué me has hecho?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora