La reunión entre los hermanos Bananza y el exorcista se estaba llevando a cabo mientras dos mujeres misteriosas aparecieron en las cercanías del edificio abandonado en cuyo subsuelo mantenían cautivo al hechicero Caster. Iba a ser transportado a una celda de máxima contención en la otra parte del mundo ese mismo día, y la zona estaba custodiada por innumerables guardias. Una de las mujeres, con su cuerpo revestido por vendajes y su cuello y orejas decoradas con preciosas joyas, usó unos binoculares para analizar la situación y planear la entrada. Al mismo tiempo, la mujer de vestido largo y anaranjado a su lado, sostenía un dispositivo de comunicación con sus extrañas manos de color bordó, recibiendo mensajes cifrados de un destinatario no especificado. Los comprendía y transmitía su contenido a su compañera sin problema alguno.
- ¿En serio nos pide no ser sutiles? ¿Acaso quiere que los alertemos y les demos una muestra de lo que podemos hacer? - Cuestionó la momia, quitando su mirada del edificio con una clara confusión en sus ojos
- De igual modo no debemos subestimarlos. Lograron acabar con Frida y ahora capturaron a Caster. Tranquilamente podemos ser las siguientes
La momia hizo brotar arena de sus vendajes, la cual empezó a rodear su cuerpo y tomó la forma de un sarcófago con robustas extremidades, que la hizo aumentar en tamaño - Realmente me gustan las libertades creativas. Yo te cubriré y haré lugar, vos te vas a encargar de eliminarlos
Dicho esto, pegó un gran salto y empezó a correr en dirección al edificio. La dama de cabello azabache y ojos vendados le siguió el paso, extendiendo unas largas garras de un intenso color rojizo. En conjunto, las dos mujeres iniciaron el ataque contra los guardias que resguardaban el edificio. La momia se encargó de empujar a los uniformados y bloquear los disparos con sus resistentes guanteletes de arenisca. Recurrieron a la fuerza letal sólo si era necesario. La prioridad era avanzar, no eliminar a los objetivos. Cuatro francotiradores les apuntaron desde torres de vigilancia distintas, mientras un quinto guardia, usando un traje blindado y cargando un pesado rifle, disparó una red luminosa para capturarla. Cleo, la momia, usó su control sobre la arena para bloquear las balas provenientes de las torres mientras su compañera Gekko se impulsó contra la red, despedazándola con zarpazos antes que hiciera contacto y luego escaló para ir acabando uno con uno con los restantes guardias de la entrada.
Se hicieron paso en las instalaciones e ingresaron a los niveles subterráneos abriendo un gran agujero en el suelo. Coordinaban sus ataques como espada y escudo, bloqueando y creando cubiertas mientras también acababan con los objetivos más peligrosos. Un par de trabajadores de laboratorio huyeron por un gran portón pesado del que salió un robusto robot de combate. Medía al menos unos tres metros de alto, tenía una cabeza con una forma similar a la de un dirigible y poderosas metralletas a cada lado de su cadera, las cuales se accionaron y disparó contra ambas infiltradas. Ese era el sistema de defensa de tecnología de punta.
Las balas disparadas por el autómata eran especialmente efectivas contra la armadura que envolvía a Cleo. Dejaban una marca de calor que se expandía y provocaba que montones de arena cayeran al suelo no pudiendo sostenerse. Esto las obligó a detenerse un momento y buscar un lugar donde cubrirse, una habitación pequeña donde dos operadores realizaban llamadas. Estaban comunicado a una sede más importante sobre la situación, pero tan pronto como empezaron a dar detalles la comunicación fue interrumpida por Gekko, quien los dejó inconscientes. El robot, se aproximaba a ellas.
- Tenemos tan solo veinte segundos antes que el cacharro del pasillo ingrese a la habitación. No puedo recomponer los hoyos que dejó en mi armadura. Será mejor que yo vaya con Caster y vos distraigas al hombre de hojalata
- ¿Por qué yo? ¿No crees que lo alcanzaría más rápido?
- Sos un objetivo más pequeño y escurridizo. Además, necesitas un rascador, ¿No? - La momia deshizo su armadura y volvió a recomponerla, centrando una gran masa de arenisca en su espalda e iniciando un trote, protegiéndose de los disparos del robot
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OBRA DEL CUENTACUENTOS
Science FictionAño 2076, Ciudad de Buenos Aires. Una estudiante de secundario, Micaela Bananza, se enfrenta a un nuevo desafío cada día cuando amanece con un mensaje indeleble en su frente que modifica la realidad. ¿Dé dónde vienen los mensajes? ¿Cuál es su signif...