23/250 - El Show debe continuar

8 1 0
                                    

En completo silencio, el ex agente Kovalenko y los dos impostores permanecían sentados en el bote salvavidas, mientras las olas los mecían ligeramente. La mujer de pelo ondulado y denso estaba leyendo el libro "Great Expectations" mientras el hombre de pelo corto y negro armaba cigarrillos. Entonces, el ruso decidió romper el silencio:

- No esperaba toparme con otros que supieran sobre la caja – Dijo, mientras inclinaba su cuchillo para ver el débil sol del atardecer resplandecer sobre la hoja

- Nosotros tampoco – Respondió la chica, sin quitar la vista de su libro – Pero fue oportuno. Nos hubieran descubierto en cualquier momento

El otro acompañante asintió con la cabeza, mientras colocaba los cigarrillos que había armado dentro de un bolsito impermeable. El traidor de Atlas sintió curiosidad por esto, pero decidió hacer caso omiso.

- Creo que no nos hemos presentado apropiadamente. Nos gustaría que nos llames Sir Manga y Lady Cooper, si es posible

- Interesante elección de nombres... - Dijo, chistando – Así que, Sir Manga, debo reconocer que tu decisión de llevarte dos de los botes y hundir uno para que pareciera que fuimos por caminos diferentes fue muy bien pensada

- No podría haber sido posible sin que mi garota de Ipanema creara una ilusión para pasar desapercibidos. No se dieron cuenta que nos habíamos ido hasta que ya estábamos a una buena distancia – Aseguró, acariciando gentilmente la mejilla de su compañera – Sin embargo, quería saber qué es lo que te hizo detenerte. Tenías a la joven en frente tuyo, ¿Pretendías abrirle la cabeza y averiguar si la caja estaba ahí dentro? ¿Qué te hizo dudar?

- Preferiría no contestar esa pregunta, si me lo permites

- No vamos a presionarte – Intervino Lady Cooper – Todos nosotros tenemos secretos que preferimos tener guardados. Entendemos que sea así – Prometió, sabiendo que haberse transformado en aquella mujer fue lo que lo hizo detenerse

- ¿Cómo es que ustedes saben de la caja, se puede saber? – Preguntó Babochka, genuinamente curioso - ¿Están ustedes enviados por alguien?

- ¿Deberíamos contarle? – Susurró Lady Cooper al oído de Sir Manga, quien asintió, pero aclaró que él sería quien hablara

- No. No fue así – Respondió el chico – Quizás suene raro, pero sabemos sobre la caja gracias a uno de nuestros viajes...

- ¿Viaje en el sentido que yo pienso que es? – Preguntó el ruso, haciendo un gesto con sus manos, simbolizando fumar

- Sí – Sonrió porque le causó gracia – Nosotros éramos gente común y corriente, con una afición bastante extraña. Viajamos por todo el continente, buscando las mejores sustancias para probar. Nos encanta experimentar y probar los límites de nuestros cuerpos. Es así que nos encontramos con una variedad de planta todavía no avistada por ninguna otra persona en el planeta. La apodamos Cannabis Aurica, pero lo más importante no es su efecto fisiológico – Sus ojos se cerraron, mientras removía uno de sus guantes de cuero y acercaba la mano al cuchillo del traidor de la organización, y al tocarla con sus dedos la convirtió en oro puro. Luego, abrió los ojos – Sino las visiones y poderes que confiere

Babochka sonrió de oreja a oreja, con cierta expresión de satisfacción. Había encontrado nuevos compañeros con los que en verdad tendría una oportunidad de enfrentarse a la portadora de la Caja de Pandora.

OBRA DEL CUENTACUENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora