Blair Vanderwood se muda a Londres para protagonizar una serie de televisión del momento y así vencer un trauma del pasado. Naturalmente escéptica al amor y con un corazón frágil; ella cree que su vida no puede ser mejor, pero la vida siempre es mej...
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Los recuerdos a menudo siempre me atormentan, y los de la noche del karaoke no son una excepción. Y no de una mala manera, solo me retumban en la cabeza con preguntas como ¿Qué pasaría si?
¿Y si nos hubiésemos besado como seríamos ahora el uno alrededor del otro? Así que hago la cosa más estúpida luego de prácticamente bailarle de manera sensual, lo ignoro. Huyo de su mirada, porque me aterra que sea capaz de abrir bien los ojos y notar algo que no le gusta. La persona detrás de esta imagen hermosa.
Porque lo sé, físicamente soy hermosa y no es algo que me cueste reconocer. ¿Pero en mi interior? A veces se siente como si estuviese manchada, remendada y tan insegura hasta de sus propios pensamientos, ¿Alguien que huye de sus propios sueños es capaz siquiera de atraer una mirada brillante como la de él? No lo sé.
—Voy a matarlos a todos —asegura Chandler tecleando de manera violenta en su teléfono celular—. ¿Por qué la gente es tan estúpida?
Está sentado en el sofá en el lateral de mi camerino, mientras yo estoy de pie y con los brazos extendidos mientras las chicas hacen retoques sobre mí aquí y allá.
—Ya déjalo —le pido rodando los ojos—. No puedes callar a miles de personas.
—Siempre puedo mandar a la mierda a unos cuantos —asegura.
Está desde bien temprano discutiendo con fans en Twitter e Instagram, los que aseguran, según sus palabras, que me estoy interponiendo en la amistad y posible relación de Romanova y Lowell porque a mí se me conoce por ser una arrastrada en busca de atención.
—Entiendo que te moleste, pero es mejor dejar que hablen sin prestarles atención.
El rubio levanta la mirada y me ve por sobre su celular, frunce el ceño.
—Lo dices como si merecieras que levantaran esos falsos testimonios sobre ti.
—Ya estoy acostumbrada —suspiro—. Deja que las personas odien si quieren hacerlo, al final los que terminan llenos de odio y rencor son ellos mismos.
Con mis palabras se resigna y se dedica a observar a las chicas trabajar.
La escena que vamos a grabar hoy se llevará a cabo en The Langham, en un elegante bar llamado Artesian al que la producción reservó todo el día de hoy para el rodaje, sin embargo debemos irnos preparados desde el estudio. El vestuario de hoy es bastante atrevido, todo mi personaje lo es; se trata de un vestido de cuero negro, strapless, va por encima de las rodillas y es tan ajustado que resalta todas mis curvas, especialmente me levanta el busto. El cierre va por delante desde el borde hasta la altura de mis senos, combinado con unas medias con liguero del mismo color, y unas botas de tacón hasta la rodilla.
Las chicas me han ondulado el cabello luego de estirarlo por lo que me cae hasta la cintura, el maquillaje es igual de visionario, un oscuro delineado profundiza de manera salvaje mi mirada.