Capítulo 17

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Londres Reino Unido

 Una semana ha pasado desde la fiesta, hemos estado tan ocupados, entre grabaciones, apariciones en TV y fotos para la promoción de la serie en redes sociales que casi no hemos tenido chance de nada

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 Una semana ha pasado desde la fiesta, hemos estado tan ocupados, entre grabaciones, apariciones en TV y fotos para la promoción de la serie en redes sociales que casi no hemos tenido chance de nada. Sin embargo, hay una espina en mi estómago que no me deja respirar bien y es tan estúpido.

Sigo esperando la cita que me prometieron, y si, fue hecha en un momento poco común, en medio de una fiesta, con alcohol de por medio que nos hacen decir tonterías de las que luego nos arrepentimos. ¿Se habrá arrepentido Lowell de haberme invitado a salir? La idea me enfurece; ¿O es porque los de producción nos pidieron mantenernos en bajo perfil antes del lanzamiento de la serie al aire? Luego de la fiesta de los gemelos todos los presentes nos vimos envueltos en un escándalo que poco a poco se ha ido perdiendo con la aparición de nuevos chismes jugosos.

Suspiro.

Entonces él está ahí, con su mirada cargada de picardía, y sus ojos azules destilando deseo cada vez que me mira. En cada almuerzo y merienda luego de las grabaciones, dándome su entera atención, haciéndome reír y guiñándome el ojo cuando cree que nadie nos ve. Me pone nerviosa y ebulliciona demasiadas cosas en mi pecho, en mi estómago y en cada terminación de mis nervios. Y a veces solo quiero patearlo, y la mayor parte del tiempo solo quiero saltar sobre él y exigirle que me bese hasta que mis labios duelan y mi corazón deje de latir tan rápido solo por su estúpida atención.

Por Dios, lo odio, lo odio por solo existir y alborotarme como si yo fuera una adolescente hormonal con falta de cariño. Bueno, probablemente si esté ovulando justo ahora... Y también me hacen falta solo un poco de mimos... Joder, voy a volverme loca si pasa un día más sin que esos labios vuelvan a besarme.

— ¡Acción!

El clic de la claqueta me hace inflar mi pecho, me preparo para la escena que viene. Lowell me mira el escote lascivo, y claro, es algo muy particular de su personaje ser un completo descarado, pero no dudo de que esté disfrutando de la vista, su sonrisa lobuna me lo confirma y es que mis senos se ven provocativos apretados y elevados por un corset. Mi corazón palpita demasiado rápido, y entonces me mira de manera ladeada, tiene el cabello fijado hacia atrás, dejando su frente descubierta, dos únicos mechones se escapan del peinado prolijo y descansan sobre su frente dándole una apariencia amenazadora.

Mi zapato de tacón comienza a recorrer su pierna, muy lentamente, acariciando desde el borde de su pantalón de traje hasta ir subiendo poco a poco sin dejar de mirarnos, todos los demás a nuestro alrededor están hablando, diciendo sus líneas cuidadosamente, nuestros clanes en la mafia están llegando a un acuerdo de vida o muerte, hay una estrecha mesa redonda con miembros seleccionados por lo que es fácil estirar mi pierna y poder acariciarlo, es entonces cuando mi respiración se entrecorta pero debo mantener la calma, mi pie ha llegado hasta la parte interna de su muslo; las comisuras de sus labios llenos tiemblan, mientras su pulgar juguetea con la comisura, atento a mis movimientos.

(LH.1)- La dulce perdición de LowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora