Capítulo 16

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Londres, Reino Unido

—Asher Dylan Holladay, ¿Son esos arañazos en tu rostro? —pregunta mi madre con una serenidad que sé, es falsa

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—Asher Dylan Holladay, ¿Son esos arañazos en tu rostro? —pregunta mi madre con una serenidad que sé, es falsa.

Mis oídos duelen, mi cabeza está aturdida y mi estómago revuelto. Quiero volver a mi habitación y dormir todo el día joder, pero si lo hago probablemente me ganaré una buena reprimenda personalizada, y realmente escuchar gritos no me apetece justo en este preciso instante.

—Fue un accidente —se excusa mi hermano mayor rascándose la nuca con incomodidad, los surcos rojos están por todo su cuello y parte de sus mejillas.

Asher lleva la misma ropa que ayer, a pesar de que ya han pasado alrededor de doce horas desde que terminó la fiesta. En realidad todos lucimos iguales, a excepción de los gemelos que están en calzoncillos y con gafas de sol de pie uno al lado del otro, Loick apoya la cabeza del hombro de Louie y este en la cabeza del contrario, estoy seguro de que están dormitando mientras todo este drama sucede.

—Sabes que no me gusta que nadie les ponga un dedo encima sin razón —Lorraine se toma del tabique de la nariz con el índice y pulgar y coge aire tres veces seguidas antes de exhalar—. Dime que no fueron intencionales, porque si lo son, si ella se atrevió a golpearte en su arrebato de rabia te juro que yo...

—Es mi novia mamá, es mi problema ¿Okay? De nadie más —responde Asher con hombros hundidos, parece cansado, grandes ojeras surcando su rostro—. Yo lo resuelvo, no soy un niño.

—Ahora si se jodió todo a la mierda —murmuró Levi a mi lado.

Estamos de pie uno al lado del otro como niños en el estudio de mi padre, esperando a ser reprendidos, a excepción de Anya y Alaric, la primera porque se ha librado de todo este embrollo al no asistir a la fiesta y nos observa con diversión sentada detrás del escritorio de mi padre, y el segundo porque no ha aparecido todavía y sé que es porque se fue a tener sexo desenfrenado al hotel junto con Romanova.

Malditos privilegiados.

—Repite lo que has dicho, ¿Qué no es mi problema? —se responde a sí misma mi madre y sé que está enojada, muy enojada—. Se vuelve mi problema cuando deciden agredir a mi familia, Asher.

—Lorraine todo fue mi culpa, yo fui la que respondió a los golpes y a los insultos, los chicos no tienen la culpa —sale en defensa Laurent, dando tres pasos al frente que la deja lado a lado con Asher, este parece no querer ni voltearla a ver.

—No necesito que me defiendas Laurent.

—No te estoy defendiendo, solo estoy aceptando mi culpa —le calla ella con molestia mirando al chico a su lado, Asher ni se inmuta.

Son ideas mías o, ¿Entre estos dos ocurrió algo? Tendré que sacarle todo el chisme a mi mejor amiga.

—Laurent, cariño, entiendo que también respondiste a la agresión y no lo justifico —le responde mamá—. Pero esto se trata de que Wynona llegó e interrumpió la fiesta para golpearte sin plena provocación, y golpear a Asher como una total salvaje.

(LH.1)- La dulce perdición de LowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora