Decisiones De Amor ¹//Pedri González.

|06|- problems with isabelle

Pedri

— Isa, sabes que te quiero mucho y...- Intenté calmarla.

—Pero tu ya no me amas, no desde que ella llegó. - Se aparto de mí.

Desde hace un par de días que no le ha gustado mi comportamiento y que ya no somos la misma pareja de antes.

Básicamente, está pidiendo que rompamos, una parte de mi dice que si pero la otra dice que no.

Que deberia dejar a Eva a un lado y continuar mi vida.

Pero por alguna razón, no puedo.

—Si te quieres quedar conmigo, dilo, pero mírame a estos ojos que tienes enfrente, dímelo mirándolos y te creeré - Insistió ella apuntando sus ojos azulados que muchas veces, miré con precisión y amor.

Ahora ya no los puedo mirar sin pensar en aquella chica que está aquí al lado, Eva.

—Isa..- Levanté mi cabeza, y con dolor, mire sus ojos...

—Te quiero - Murmuré.

—Pero no me amas como lo haces con ella. - Pase una de mis manos por mi cabello, frustrado.

—Perdón..- Murmuré.

— me lo habrías dicho mucho antes, antes de que te fuera a ver a todos esos malditos entrenamientos, te apoyé,  estuve para ti, siempre y... joder, ¿Cuando estuviste para mí?, Nunca. ¿Sabes que?, Estamos mejor así, dejemos de hacernos daño mutuo y si quieres puedes irte con ella. - Tomo su bolso que ya tenía preparado desde antes. — Me iré con Sandra si quieres saber, o con mis padres a New York. - Miró a la puerta entreabierta.

—Espero estés bien, y seas feliz con ella, Adiós, Pedri - Se despidió y antes de que pudiera responder, se fue.

Pero dejo la puerta abierta.

Me senté en la silla que tenía al lado mío y pensé en todo lo que acaba de pasar.

Termine con Isa, bueno, ella termino conmigo, arruine todo no solo con Isa si no con Eva.

Joder, no puedo hacer nada bien.

Eva

Entre con los audífonos cayendo por mi cuello, rebusque las llaves por mis bolsillos. la bolsa que traía en mis manos la deje caer al lado mío mientras seguía buscando las llaves.

Cuando sentí un empujón en mi hombro, la puerta del lado abrirse.

Ví a Isa salir con una maleta, llorando.

Me gire a verla, hace unos minutos que se escuchaban gritos, ¿Que habrá pasado?

Al parecer no se molestó en cerrar la puerta, la tenía abierta.

No pude evitarlo, me acerqué a mirar.

Cuando asome mi cabeza ví a Pedri sentado con ambas manos recorriendo su cara.

—Ahm.. ¿Estás bien?- Pregunté entrando.

Levantó su cabeza sorprendido al escuchar mi voz.