Capítulo 41.

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Capítulo 41.

Se quedaron toda la noche organizando y llamando a diferentes personas, hablando un idioma que no entendía nada. Podía sentir como la tensión incrementaba en el lugar mientras yo luchaba por que no se me cerraran los ojos del cansancio.

Me agitaron suavemente y comencé a abrir los ojos, me toqué la espalda, me dolía, y miré donde había dormido en el suelo, eso lo explicaba.

Miré al frente, tenía la vista levemente nublada. Calum me miraba divertido junto a Alex. Me ayudaron a levantarme.

Ha pasado seis días, mañanas atacaran, todos están preparando armas de fuego, sí, algunos creéis el cliché de que pelean a pelo, pues no, esto es moderno, y se hará como una completa batalla campal. Sí, algunos preferían luchar como hombres lobo, pero otros tenían mejor puntería, y según lo que había visto esta semana, todos podían haber sido francotiradores de primera línea, sus sentidos más desarrollados les permitían apuntar mejor, tener mejor pulso y mejor vista.

Alex deja una pistola sobre mis manos y se me abren los ojos, no sé disparar, ni puedo.

Se la tiro de vuelta, no me gustan las armas, ni pienso disparar a Jake o a cualquiera de esos locos de la secta.

- Tienes que protegerte.

- No pienso participar en la guerra, es vuestra lucha, no la mía.

Me mira con una ceja alzada.

- La lucha también es tuya desde que decidiste ayudarnos.

Suspiro, cojo la pistola y la dejo en la mesa más cercana. Alex la cogió y me enseñó como desplazar el seguro de la pistola y disparar, lo veía inútil, no lo iba a utilizar, pero bueno, era mejor saber eso que nada.

Calum besó cada uno de mis nudillos nos encontrábamos en el bosque, donde habían dicho que atacarían a los hombres lobo. Él llevaba un pequeño cuchillo afilado, y una pequeña pistola cargada con varios cargadores. Estábamos sobre un árbol, sentada sobre una rama.

Una pequeña sombra comenzó a andar por debajo del arbolado, Calum olisqueó el aire, le miró fijamente y lanzó su cuchillo acertando en su cuello y haciendo que cayera en el suelo.

- Se recuperará, pero ahora mismo no molestará, se quedará tranquilo.

De un salto llegó al suelo, al igual que los demás lobos que se encontraban en los árboles.

Un grupo de personas vestidas de negro se acercaron a los lobos, iban con dagas de un material reluciente, que parecía plata, los mismo que las pistolas, y unos limones colgados del cuello como si fuera un collar. Sí, tenían un aspecto un poco friqui, de los típicos que te reirías si los vieras por la calle.

Algunos lobos se convirtieron y retorcieron las cabezas de algunos integrantes, haciendo un sonido desagradable. Busqué con la mirada a Alex, se había convertido y tenía acorralado a un joven de túnica oscura, Alex hablaba en lobuno, o lo que sea, intentando comunicarse con el muchacho, imagino que para convencerle que desistiera de pelear y se rindiera, pero el joven, no parecía acoger de buena gana la idea de Alex y prefirió lanzarse sobre Alex, que al poco tiempo lo tenía inmovilizado con sus cuatro patas y presionaba lentamente el cuello, no para matarle, sino para que se estuviera calmado. Alex le dijo algo, el joven asintió con la cabeza y corrió a través de los árboles.

Se giró la cabeza hasta donde me encontraba y me guiñó un ojo lobuno. Le guiño devuelta y le sonrío, me ha parecido muy noble de su parte no dañar al chaval darle la oportunidad de pensar y huir y no morir.

Busco con la mirada a Calum por la arboleda, parece concentrado buscando a alguien con la mirada, creo que sé quien es, Jake.

Una mano se posa sobre mi boca e intento gritar, pero me lo impide, mientras la persona que se encuentra detrás de mí me acerca a su cuerpo rodeándome con su brazo moreno y antes de que me de cuenta nos ha empujado al suelo. Forcejeo, pero lo único que hace es ejercer más fuerza sobre mí.

Los ojos de Calum me atrapan y se tensa, mientras su cuerpo se convulsiona convirtiéndose en lobo y avanzando rápidamente hasta donde me encuentro.

- Calum. - Dice la voz que tengo detrás. - Te vas relajando o la ahorco.

Pasa su brazo alrededor de mi cuello y presiona, por un segundo me quedo sin respiración y agarro el brazo con mis manos, intentándolo apartar de mi cuello.

Calum gruñe y comienza a escarbar en la tierra, enfadado.

En cuanto Jake, le he reconocido por la voz, se distrae, golpeo su espinilla mientras grita, a lo que aprovecha Calum para clavar sus incisivos sobre su brazo y que Jake grite como un loco. Un híbrido va en su defensa, pero Alex y la hermana de Calum lo intercepta, haciéndole una muralla, que no podrá pasar para llegar a socorrer a Jake.

Calum lo tiene inmovilizado y muerde su cuello, rompiéndolo. Lo mira con ojos apenados, sé que Calum está sufriendo, ha matado a su mejor amigo por segunda vez.

Voy corriendo hacia él y lo abrazo mientras vuelve a su estado normal, sus ojos están acuosos, mientras me estrecha.

- Te amo. - Susurra en mi oído y besa mi cuello.

- Yo también.

Me mira fijamente a los labios, y me atrae hacia él, juntando nuestros labios.

- Eres mía. - Gruñe en medio del beso.

- Solo tuya. -Susurro de vuelta encima de sus labios.

Cuando terminaos el beso, miro a mi alrededor, parece que después de la muerte de Jake, la mayoría de los híbridos se han retirado.

Veo a Daniel apartado, apoyado en un árbol y voy a abrazarlo.

- Gracias, por avisar.

Se encoge de hombros en respuesta.

Alguien me agarra del brazo, unas manos arrugadas y rasposas, giro mi cabeza y mi ceño se frunce al ver a la abuela de Calum, pero en vez de mirarme ella mal, me sonríe.

- Ya eres merecedora de Calum para ser su compañera. - Dice orgullosa.

Me levanta el brazo ante todos los de la manada que aúllan y dan aplausos.

Calum me coge por detrás y me da un corto beso en los labios.

- Por fin podré ser el alfa oficialmente. - Parece animado.

Me mira y sonríe maliciosamente.

- Te tendrás que hacer un tatuaje. - Toca mi pecho y le golpeo su mano.

- Mis padres me matarán. - Digo haciendo un puchero.

- Ya buscaremos una excusa.

- Tú, se lo explicarás a mis padres.

En el fondo me hace ilusión, tener un tatuaje, formar más parte de su vida.

Giro mi cabeza y veo a Alex que me mira, orgulloso, no parece celoso, simplemente está contento de que su primo haya conseguido mi amor.

La hermana de Calum me abraza, sí, siempre tan afectuosa.

- Bienvenida la familia.

Sonrío y le devuelvo el abrazo. Me voy a casa.

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Nuevo capítulo.

¿Este es el fin del libro?, ¿Qué pasará?

Hasta el próximo capítulo.

Mi vecino es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora