Capítulo 17

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Capítulo 17.

Giré la cabeza y oí un ruido proveniente de los arbustos, un lobo de pelaje marrón, más concretamente Calum, se acercó a Jake amenazante mientras gruñía.

- Calum, no me retes. – Dijo Jake en tono que me pareció muy macho alfa.

Calum volvió a gruñir.

- No quiero pelearme conmigo. – Murmuró, incluso parecía asustado, claramente no quería enfrentarse a Calum enfadado.

Se me ocurrió otra táctica.

- Calum. – Dije en tono tranquilo y casi podría decir, ¿Cariñoso?

Jake me miró espantado, seguramente él pensaría que se me iba a echar al cuello.

El lobo se paró y pareció relajarse.

En unos instantes apareció Calum desnudo que se tapó con una rama, hasta que Jake le ofreció sus pantalones, y él los aceptó encantado.

- No vuelvas a hacer eso. – Le regañó Jake.

Calum sonrió sarcásticamente, parecía que le hacía gracia.

- ¿No tendrás miedo a qué te gane? – Preguntó.

Jake cuadró sus hombros, haciéndolo parecer más amenazante.

- Nunca. – Escupió.

Calum se limpió con la mano, mirándolo con repugnancia.

¿Estos eran mejores amigos?

Se miraron fijamente durante unos minutos hasta que Jake decidió bajar la mirada y dirigirla a un árbol que había en frente nuestro, Calum había ganado el combate de miradas.

- Vamos, Charlotte, mi hermano despertó y no te para de llamar. – Comentó Calum.

Mi corazón se ablandó, quería ver a Alex, pero en seguida recordé lo cabrón que había sido conmigo.

Negué con la cabeza.

Calum frunció el ceño, confundido.

- Súbete a mi espalda. – Dijo agachándose levemente.

Los recuerdos de la última vez que me subí a su espalda me vinieron a la mente, junto con unas arcadas.

- Será mejor que la lleve yo. – Informó Jake.

Calum le fulminó con la mirada.

- ¡No la llevarás a ninguna parte! – Gritó tan alto que algunos pájaros salieron volando de sus árboles.

- Me contó que se mareaba.

Calum me miró y yo asentí con la cabeza, a lo que su rostro se enterneció.

- Lo siento. – Susurró.

Me encogí de hombros, restándole importancia.

Me subí a la espalda de Jake y en seguida llegamos al pequeño edificio que se hacía llamar hospital.

Llegamos a la pequeña habitación blanca, donde se encontraba un Alex con los ojos abiertos y mirando hacia el frío techo.

En cuanto entré por la puerta sus ojos encontraron los míos, pero en seguida bajé la mirada.

- Charlotte. – Dijo en un susurro.

Tenía que luchar contra los impulsos de correr hacia él, abrazarle y llorar en su hombro, pero en vez e eso levanté la cabeza levemente.

- Charlotte. – Volvió a pronunciar mi nombre, pero esta vez más preocupado viendo que no me acercaba a él.

Mi corazón se estaba partiendo en cachitos.

- Por favor, ven aquí Charlotte. – Rogó con voz ahogada.

Me acerqué vacilante pero ni le miré a los ojos.

Una lágrima pasó por mi mejilla, pero en seguida la sequé.

- ¿Por qué no te acercaste, mi amor? – Preguntó después de una tos.

Mi amor, se atrevía a decirme eso después de una sarta de mentiras.

La furia invadió mi cuerpo y le miré mal.

- No me llames eso. – Dije entre dientes.

Su cara pasó de confusión a preocupación.

- ¿Qué te pasa? – Preguntó alterado.

- Me has mentido, nunca me has querido, has hecho que me haga falsas ilusiones, cuando a quien amabas era a esa mujer loba que es tú alge.

La cara de Alex se convirtió en furia pura.

- ¡A sido esa!, ¡Ella te mintió!

- Tú hermano también lo confirmó.

- ¡Pues él también!

Se intentó ponerse de pie, pero cayó en la camilla.

Y me agarró la cara entre sus débiles manos.

- No creas lo que te dicen, te quiero. – Susurró en mi oído.

Me atrajo hacia él y me besó.

Todas esas cosas que creían de él, eran mentira, me sentía mucho mejor.

Dejó de besarme y a los cinco minutos oímos un aullido arrollador, parecía de alguien increíblemente triste.

- Calum. – Dijo en un susurro Jake.

No comprendía nada. Pero estaba demasiado inmersa en mis pensamientos, como para hacer caso al exterior.

¿Por qué Calum no había dicho que era su alge?, ¿Por qué se comportaba tan posesivo conmigo?, ¿Sería su alge?

Una punzada de felicidad invadió mi cuerpo, pero en seguida deseché la idea, él me dijo que ya tenía alge, era imposible que fuera yo.

¿Por qué me ponía tan contenta la idea de que yo fuera su alge?

La mano de Alex me trajo de vuelta a la realidad.

- Me quedaré aquí esta noche. – Dijo besando cortamente mis labios. – Pero mañana por la tarde te vendré a visitar.

Le sonreí con amabilidad y afecto, pero ahora lo único que quería era volver a casa a aclarar mis pensamientos.

Jake me llevó a fuera y nos adentramos en su coche, aunque me llevé una gran desilusión, ya que tenía la esperanza de que me llevara Calum a mi casa y pudiéramos hablar.

- ¿Qué había sido ese aullido?, Habías dicho Calum. – Pregunté en medio del trayecto.

- Digamos que a Calum no le hace feliz ver a su primo contigo.

La desilusión me invadió, seguramente pensaba que era poca cosa una humana para su primo el hombre lobo.

Jake miró mi expresión durante unos instantes, analizándola.

- No cree que eres poca cosa digamos que podría estar…celoso.

¿Celoso?, ¿Calum? Quería reírme y echarme al suelo.

- ¿No me crees? – Preguntó.

Asentí con la cabeza.

- A ver, ¿Por qué en el claro se ha puesto tan violento conmigo?

Me encogí de hombros.

Me miró y se rió.

- Porque estaba contigo y casi me arranca la cabeza.

Solté una carcajada, en ese momento no había sido muy divertido, pero ahora lo encontraba gracioso.

Llegamos a mi casa cuando…

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Nuevo capítulo. 

¿Calum estará celoso?, ¿Qué pasará? 

Hasta el próximo capítulo.

Mi vecino es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora