Capítulo 42.

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Capítulo 42.

Han pasado dos meses desde la lucha, todo está tranquilo. Asistí al entierro de Jake, su familia, no, parece que es una deshonra para algunos de la manada.

A Alex le queda apenas un mes para pasar la transición, estoy segura que encontrará a su alge, y esa no voy a ser yo.

¿Y lo de casarnos? Pues sí, vale, legal no es, pero para ellos no hace falta que tengas los papeles, simplemente es una especie de juramento, sí, soy demasiado joven, y cuando le diga a mis padres que me voy a casar creo que me colgarán del pescuezo.

Daniel parece que se ha integrado con los hombres lobo, aunque Calum le sigue mirando con mala cara. Parece que le mola su hermana, sí, y eso no le gusta nada. Mejor os dejo de contar rollos de la vida de Daniel.

Me encuentro haciendo una tiara de flores, sí, estoy nerviosa, mañana es la boda, y la verdad es que mis padres no van a venir, pero los hombres lobo no la realizan igual que los humanos, es algo íntimo, sin gente, solo nosotros dos, y el lago.

La hermana de Calum coloca la tiara sobre mi cabeza y la falda blanquecina alrededor de mi cuerpo, atándola con un lazo rojo.

Me sonríe.

- Mi hermano es muy afortunado por tenerte. - Dice con voz calmada.

Me siento más afortunada por tenerle a él a mi lado.

Me lleva en coche hasta el borde del lago, un pequeño muelle se alza a los pocos metros y el Sol se está escondiendo, dejando las aguas del lago de colores cálidos y le dan un aspecto romántico. Unos cuantos pétalos están esparcidos por los suelos y en el agua. Calum se encuentra con un traje a un lado y me sonríe tan cálidamente que el calor recorre mi cuerpo.

Me saca del coche y besa mi mano.

- Estás preciosa.

Me sonrojo levemente.

- Tú también estás muy guapo.

Me dedica una gran sonrisa mientras enlaza mis dedos con los suyos. Miro hacia su hermana nos mira con los ojos llorosos, se despide con la mano y se mete en el coche, despareciendo al poco tiempo de nuestra vista.

Vamos de la mano hasta el final del muelle, donde se para y nos ponemos en frente el uno del otro. Agarra mis dos manos.

- Charlotte, te amo, te amo como nunca ha amado a nadie, te amo tanto que me duele, y desde que te vi supe que tenía que ser mía, ¿Quieres ser mi esposa?

Sus palabras llegan a mi corazón y unas pequeñas lágrimas salen de mis ojos.

- Claro, que quiero serlo. - Salto a sus brazos.

Da vueltas en el aire y besa mis labios mientras ríe como un loco.

Me deja en el suelo y apoya su mano sobre mi pecho, cierra los ojos y comienzo a sentir un escozor en la zona donde me está tocando, es la sensación, del sol quemándote levemente, pero es agradable.

Levanta la mano y puedo ver la cara de un lobo puesta con tinta sobre mi piel levemente rojiza.

- Estas es mi marca. -Señala la cara de lobo.

La repasa con su dedo lentamente. Mira mis labios y se acerca a ellos, moviéndolos suavemente y con cariño.

Enredo las manos en su pelo y me acerco a él, atrayendo su cuerpo al mío. Sus manos se colocan en mi cintura y comienza a hacer caricias sobre mi piel.

Su boca se coloca en mi cuello y pasa lentamente su lengua, haciendo que suelte un suave gemido sobre su cabello y le atraiga hacia mí, haciendo que él corresponda con un leve gruñido de satisfacción mientras sigue besando mi cuello lentamente.

Mi vecino es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora