•SIETE•

1.5K 177 10
                                    

Seokjin

Entro a su habitación y se quitó toda la ropa, ya estaba bastante excitado.

No quería recurrir a la masturbación así que tomaría una ducha de agua fría, muy fría, ¿como fue posible que ese aroma tan delicioso del Omega halla podido expandirse por toda su casa tan rápido?

Ya estaba volviendose loco, necesitaba con urgencia al Omega consigo, abrió la llave del agua y cayó en su cabeza, la sintió tan fría pero la erección no bajaba.

Continúo con lo suyo, tomo shampoo que irónicamente olía como el Omega, nunca supo porque le gustaba tanto ese aroma hasta que lo olió en el muchacho y todo tuvo sentido.

Seguía pensando en Namjoon, esas piernas, tenía un cuerpo bastante bonito y una cara pequeña con ojos inocentes pero seductores al mismo tiempo y el hecho de que haya ayudado a su hijo lo volvía mil veces mucho mejor, si, ese Omega era perfecto.

Tuvo que ducharse un buen rato, paso el jabón por todo su cuerpo, luego llevo su mano hasta su intimidad y acarició imaginando que eran las manos de largos dedos del Omega, lo hizo y no duró mucho tiempo hasta que alcanzo el orgasmo llamando su nombre.

¿Que clase de enfermo hace eso? Es que lo necesitaba pronto junto a él solo pedía a la vida que el Omega también quisiese lo mismo, su lobo iba a enloquecer y él también.

Al salir tomo una pijama y su celular, llamo a Yoongi quién contestó a la segunda timbrada.

—Dime Jin.

-Yoongi, por favor, encárgate de todo, entre en celo y no creo poder salir de aquí, también estoy con Taehyung, tiene clases mañana temprano y no se si podré enviarlo.

—Oh, bueno, puedo ir yo por el cachorro, solo pídele que se aliste y abra la puerta después que te llame.

—Muchas gracias Yoon, eres genial.

—Oh y mandaré comida para ustedes también.

—Muchas gracias, encárgate de todo.

—Ok, nos vemos en unos días.

—Gracias, cuídense.

Al terminar la llamada se terminó de vestir, luego aún en el periodo de calor fue hacia la cocina, tomaría algo de agua helada y un supresor tal vez.

En sus periodos de celo solía ver alguna amante ocasional pero nada serio pero ahora que había descubierto a su pareja destinada el solo pensar en aquello se sentía como una traición al Omega.

Fue un momento a la habitación de su cachorro para ver cómo se encontraba.

Al entrar sintió el aroma del Omega más intenso aún, le tenía tanta envidia a su pequeño en ese momento, era tan afortunado de tener algo del Omega con su aroma impregnado.

Tenía que aclarar su mente.

Era su hijo quien estaba en esa cama, era su hijo quien estaba sufriendo por el rechazo de su padre Omega, era su hijo quien necesitaba esa figura "maternal" para poder seguir creciendo.

No podía seguir siendo egoísta, debía hablarle de la verdad y tampoco podía pedirle a Namjoon que lo acepte, eran dos desconocidos y apesar de que fuera su pareja destinada, la vida que él tenía como padre soltero era bastante agotadora.

Se acercó a su niño, con los dedos peino su cabello, olía a bebé aún, beso su frente y prometio que hablaría con él y buscaría la manera de decirle todo lo que habían pasado en tantos años los dos solos.

No quería hablar mal de Seungmin, el se había dejado llevar por su lobo, encontró a su destinado y se fue con él, es verdad que la paso muy mal, pero también es cierto que a pesar de todo, tuvo mucha ayuda, había criado bien a Taehyung, era un buen niño, juguetón, travieso, inteligente, siempre procuro que no le faltará nada ni en lo económico ni en lo emocional.

Intento años más tarde comunicarse con Seungmin y lo logró, él vivía una buena vida ahora pero no quería tener ningún vínculo con el cachorro, le había pedido que no lo busque más y que no mencioné su nombre real al muchacho, él nunca podría ser algo para el pequeño más que quién le dio a luz.

Eso paso en el cumpleaños número cinco del cachorro, fue la primera vez que el cachorro pregunto por su omma y claro que no fue la última.





🍽️






Ya era de día se despertó porque recibió una llamada de Yoongi que no llego contestar, estaba sudando, acababa de tener un sueño húmedo con Namjoon que derrepente se vio transformado en una pesadilla ya que aparecía Seungmin queriendo quitarle a su hijo.

Su hijo se veía un poco mayor y gritaba que lo odiaba, gracias al cielo solo había sido una pesadilla.

Se levantó como pudo, viendo la hora era las seis su hijo entraba a las ocho a la escuela, fue directo a la ducha, se baño muy rápido, se puso un pijama limpio y como pudo hizo su mejor esfuerzo por preparar el desayuno de su hijo.

Generalmente sus celos solo duraban un día pero al no estar con ningún Omega seguro se alargarían a los tres.

—Appa— dijo su hijo quien apareció en pijamas aún con sus ojitos casi cerrados aferrado al peluche que tenía el aroma de Namjoon.

—Hola osito, despertaste antes— le dijo tratando de verse normal.

—Appa, dónde fue omma— dijo está vez con los ojos más abiertos a punto de llorar.

—Taehyung, hay un asunto del que debemos hablar— dijo serio, había llegado el momento de decir la verdad.

—Omma... Me... Dejo...— ahora ya estaba llorando.

Seokjin se acercó a su pequeño, se puso a su altura.

—Cariño, Namjoon, el Omega que te consoló ayer, el que abrazaste, él no es tu omma cariño.

—Noooooooo! Appa es malo! No me quiere dejar ver a mi omma— dijo Taehyung empujandolo, rechazandolo.

—Taehyung, entiendeme, por favor, ese Omega no es tu padre Omega, tu padre Omega nos abandono hace muchos años, cuando tú apenas habías nacido, hemos estado solos desde entonces, intente hablar con él pero no quiere, él ya tiene una familia— dijo, sabía que era muy cruel decir todo eso y probablemente se ganaría su odio pero no podía mentir más.

Esta vez Jin se acercó al pequeño y lo abrazo, lo abrazo fuerte, sintió como el pequeño se acercó sin rechazarlo, llorando mucho, llorando muchísimo.

—MI OMMA, MI OMMA NUNCA ME QUISO, TENIAN RAZON MIS COMPAÑEROS—le dijo el pequeño quien gritaba y lloraba.

—Taehyung, escúchame bien, si él no aprecio tu existencia lo suficiente él se lo perdió, eres un niño maravilloso, la vida me bendijo sabes, y tú eres esa bendición, tu iluminas mi vida, eres la razón por la cual aún estoy aquí, soy afortunado de tener un osito tan precioso como tú— dijo apretándolo a su cuerpo, el pequeño no pararía de llorar, eso era obvio, debía llamar a Yoongi.

—Osito— dijo hablándole a su pequeño — ¿Qué te parece si hoy nos quedamos en casa juntos, miramos una película que te guste y hacemos muchos postres? ¿Te gustaría?

—Appa, yo sentí— dijo sollozando —ese chico bonito, él, él es mi omma.

Lo que su cachorro le dijo se quedaría todo el día en su cabeza, tenía aún el número del desconocido en su celular, llamaría primero a Yoongi para pedirle que no venga.

Antes tendría que hablar aún con Taehyung y en cuanto terminara su celo lo llevaría con un psicologo o alguien entendido en ese tema.

La verdad que había confesado era demasiado dura y probablemente él había tenido cero tacto para decirla y no quería que su pequeño se sumiera en la depresión.

Había mucho por hacer pero también él quería ver una vez más al crítico culinario, al afamado Kim Namjoon.

EN LA COCINA DE JIN • [JINNAM] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora