•TRES•

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Seokjin

Lo que Seokjin disfrutaba más de cocinar era poder hacer tangible su creatividad y ser capaz de crear nuevas sensaciones en la gente que comía de sus platos, al inicio solo había decidido aprender para poder prepararle comida a su pequeño.

Con el tiempo esa necesidad se convirtió en oportunidad, todo empezó en el momento que decidió compartir un almuerzo con sus compañeros de cocina.

Era día de limpieza en el restaurante y él se encargo de llevar comida, dejo al chef sorprendido de sus habilidades tanto así que decidió el mismo enseñarle y compartir sus secretos.

Ahora el manejaba "Sempiterno" era el dueño y chef principal, no se hallaba haciendo otra cosa, el restaurante era su hogar.

Siempre trataba de mantenerlo limpio y a la moda, limpio de plagas y demás ya que en los restaurantes y en Francia en general eso era demasiado común.

Era dueño de un lugar de cuatro pisos, en el primero estaba su cafetería llamada "Inefable" había escogido dos palabras en español, dos que tenían significados preciosos, dos palabras que hacían alusión a sus sentimientos por su hijo. Inefable y Sempiterno.

En el segundo piso funcionaba su restaurante y en el tercer y cuarto era su hogar con su hijo no tan pequeño llamado Taehyung.

Debido a tantos años de arduo trabajo logro comprar todo ese edificio en un remate. Trabajaba de día en los restaurantes, estudiaba por las tardes en la escuela de cocina y por las noches lo hacía en un grifo.

Descansaba muy poco pero gracias a la Diosa en ambos trabajos logro ir con su pequeño taehyung y bueno en la escuela de cocina no lo tenía permitido pero su primo veía a su niño por él a esas horas.

En este momento estaba en la cocina junto a todos los trabajadores, su hijo estaba con Suga quién en este momento estaba haciendo unos postres. Su cocina era un tanto diferente si bien tenía el orden normal, chef ejecutivo, chef principal, sou chef, cocinero a, b y c y obviamente el lavaplatos no necesariamente trabajaban como se hacía en Francia.

El había capacitado a todos para que sepan el menú de la carta de derecha a izquierda de atrás para adelante. Con el sabor necesario, así que todos estaban capacitados por si una emergencia surgía o si alguno de ellos no estaba cubrieran el vacío.

El chef ejecutivo era él, el principal su primo Ken, el sou chef era Yoongi, el cocinero A era Sana, el cocinero B era Mina, el cocinero C era Chanyeol y por último el lavaplatos que era un chico de quince años Beomgyu quién quería pagar sus estudios y su madre le había dado autorización para trabajar ya que ella estaba enferma y no le alcanzaba el dinero, le recordaba a el en su juventud así que era más amable con el cachorro.

Y eso sin contar a sus cuatro mozos: Félix, Woojin, Yihyo y Jisung y su personal que trabajaba en la cafetería Roseanne, Mark, Baekhyung, Hyejin y Changbin, obviamente tenía un recepcionista Jongin un administrador Jaebeom y un contador Hoseok ese era todo su personal.

Había creado con ellos un sistema de apoyo donde todos se daban la mano siempre, tenían todos los beneficios pero así como les daba a mano abierta también pedía gran compromiso, era muy estricto con la calidad y con el trato hacia el cliente y entre ellos.

—Papi, ¿Que es un tsunami?— pregunto su niño sacándolo de sus pensamientos.

—Uh, cariño, ¿es parte de tu tarea?— respondió Seojin curioso.

—Es para la tarea papi.

—Entonces debería buscar la respuesta en internet.

—¿Tu no sabes appa? Seguro serían cosas que mi omma sabría— dijo el niño decepcionado.

Otra vez el tema de su otro padre, de su padre Omega.

—Tae, ¿que tal si esperamos un rato más,
vamos a casa y te ayudo con tu tarea?— preguntó Seokjin esperando que su hijo aceptará.

—Bueno, ¿puedo sacar las arvejitas?— dijo a su costado.

—Mejor desgrana el maíz— dijo pasándole unos cuantos choclos peruanos y alcanzando le un pocillo en qué reunir lo desgranado.

Continuo con lo suyo ya era cuatro y media bajaría a su cafetería a las cinco y media.

Entraban y salían los meseros dejando sus pedidos y recogiendo otros, hoy también parecía ser un día ajetreado.

No era tan tarde pero el restaurante estaba bastante lleno como siempre.
Y Según le había informado Roseanne la cafetería también estaba llena.

En ese momento entro Jimin hijo de Hoseok y Yoongi quién era el mejor amigo de Taehyung aunque más perfilaban a destinados tenían demasiada conexión.

Fue corriendo hacia Taehyung y se abrazaron fuerte, como si no se hubiesen visto en clases hace unas horas cosa que le saco una carcajada.

Los dos eran bastante traviesos y había que mantener un ojo en ellos.

Yoongi les había servido a cada uno un croissant de chocolate con un vaso de leche tibia y los niños estaban encantados con eso sentados lejos de cualquier cosa que les pudiera hacer daño.

En cierto momento perdió de vista a su hijo y al pequeño Jimin, ¿Dónde habían ido tan rápido?

—Yo busco dentro y tú ve a la cafetería— dijo Yoongi mientras indicaba a su esposo.

—Yo buscaré aquí, Beomgyu por favor, ve a mi puerta y fíjate que no estén ahí fuera y me avisas— el muchacho se seco las manos y asintió mientras se dirigía a su piso.

¿Dónde se habían metido esos angelitos endemoniados? Solo esperaba que no hicieran ningún desastre.

En ese momento encontró al pequeño Jimin contando detrás de la recepción, eso significaba que su hijo no estaba muy lejos.

—Quedate aquí Jimin junto a Jongin, no te muevas— el pequeño asustado susurró un "si".

—Jongin no permitas que se vaya a ningún lado por favor y avísale a Yoongi.

—Esta bien Jin— dijo mientras levantaba al niño para sentarlo en su silla mientras esperaba devuelta a su jefe.

Seokjin miraba por todos lados esperando no molestar a ningún comensal.

De repente se detuvo, era el mismo aroma que sintió en la mañana, esa deliciosa combinación entre coco y vainilla.

Camino directamente hacia donde ese olor tan delicioso lo llamaba, sentía su corazón acelerado, sintió a su lobo inquieto y lo vio, lo vio sentado hablando con su pequeño.

Al parece el también sintió su olor porque volteo a verlo pudo observar su hijo pegado al Omega, porque claro que noto por su aroma que se trataba de uno, ese pequeño travieso de su cachorro se le pego fuerte y no parecía soltarlo.

EN LA COCINA DE JIN • [JINNAM] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora