Capítulo 34- El relato de Liam

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Mis ojos seguían perezosos, pero por más que quería ya no podía volver a dormir. Mi cuerpo evidentemente estaba cansado, pero las miles de ideas no me dejaban descansar. Cerré los ojos y me concentré en los latidos de Zayn para poder relajarme.

Estaba acurrucada junto a él en la habitación que le habían asignado a Lydia en la clínica. Mi cabeza estaba recargada en su pecho, con un brazo lo abrazaba por el torso y mis piernas estaban sobre su regazo. Él, en cambio, apoyaba su cabeza sobre mi sien, me abrazaba protectoramente por los hombros y su otro brazo estaba sobre mis piernas, su mano tomando con fuerza su arma. Seguía resultándome extraño ver a mi moreno amigo con aquel artefacto, usándolo con una familiaridad sorprendente.

Permanecí unos minutos estática, queriendo volver a dormir, pero mis pensamientos seguían negándome hacerlo. Lo único que rondaba por mi cabeza era la culpa. Irracionalmente pensaba que el ataque a Lydia era mi culpa aun y cuando Zayn no había dejado de repetir que eso no era verdad.

Era sábado por la madrugada, Zayn y yo llevábamos desde el mediodía anterior en la habitación de mi amiga. Ninguno se había querido mover por miedo a que le sucediera algo.

Después de que trajeran a Lydia el jueves por la noche, Louis y Harry se habían ofrecido a cuidarla primero hasta el día siguiente, en donde mi moreno amigo y yo los reemplazaríamos. Liam había sido el único que había permanecido junto a ella en todo momento, se negó rotundamente a abandonarla aun y cuando Zayn le ofreció llevarlo a casa.

¿Y Niall? Apenas y lo habíamos podido ver. Había estado unas horas junto a nosotros el día anterior, pero se fue alegando que no podía quedarse sentando sin hacer nada. Desde el viernes por la mañana no había parado de buscar al responsable del crimen de mi amiga. Lo único que parecía mantenerlo concentrado era la ira al ver el rostro desfigurado de Lydia y recordar que el responsable estaba suelto. Sabía que no mentía cuando dijo que no descansaría hasta encontrarlo y matarlo.

Abrí los ojos al sentir como la incomodidad se apoderaba de mí al estar en esa posición. Sí, era definitivo que no podría volver a dormir. Con mucho cuidado me deslicé hasta acomodarme perfectamente en el sofá, no quería despertar a mi amigo.

Miré al frente y vi como Liam tomaba con fuerza la mano de su novia mientras la veía fijamente. Podía ver en sus cansados ojos el dolor que estaba sintiendo, me sorprendía también lo entregado que se veía. Una lágrima recorrió su mejilla y supe que esa era la señal para sacarlo por un tiempo de la habitación. Rodeé la cama y le coloqué una mano sobre su hombro. Tardó varios segundos en girarse un poco y verme.

—¿Ska? —preguntó.

—Vamos por algo de comer —dije con suavidad.

—Pero... ¿Y Lyds? ¿Y si le pasa algo? —su voz se llenó de pánico—. ¿Qué tal si vuelven a herirla?

—No pasará —lo tranquilicé—. Zayn está aquí para protegerla. Además de que hay un guardia al salir de la habitación y otro al inicio del pasillo. Todo estará bien.

Noté en sus ojos como estaba teniendo un conflicto consigo mismo antes de asentir un par de veces y colocarse de pie para salir de la habitación. Caminé detrás de él en silencio.

—Estaremos en la cafetería —le avisé al guardia que había afuera de la habitación.

—Les avisaré cualquier cosa —dijo de forma seria.

—Gracias.

Sonreí de medio lado y comencé mi camino a la cafetería con Liam, que caminaba dos pasos delante de mí sumergido en sus pensamientos. Siempre había dicho que su andar concordaba mucho con su personalidad. Frente en alto, espalda recta, ondeando los brazos con naturalidad y una pequeña sonrisa en su rostro. Pero en ese momento era todo muy distinto. Tenía las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, miraba al suelo y estaba ligeramente encorvado. Le había pegado fuerte lo de Lydia.

Through the Dark || Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora