Through the Dark || Niall Horan

Capítulo 47- Sentimentalismo.

Abrí los ojos poco a poco al sentir el calor de los rayos del sol corriendo por todo mi cuerpo. Me mantuve unos segundos viendo hacia el techo antes de sentarme en la gigante cama y darme cuenta que Niall no estaba ahí. Sólo tuve que girarme un poco para darme cuenta que mi chico se encontraba en la terraza.

Salí de la cama con delicadeza y justo cuando estaba llegando a la cocina noté ese delicioso aroma a café recién hecho, tomé la primera taza que vi y la rellené casi hasta el borde. Seguí mi camino hasta la terraza y me senté a un lado de Niall en el pequeño sillón que había pegado a un pequeño espacio de pared que daba directo al paisaje que había de la ciudad.

—¿Galletas? —me dijo a modo de saludo con una media sonrisa.

—Gracias —dije tomando tres de esas pequeñas galletas que siempre les había visto forma de ladrillo por alguna extraña razón.

Tomé la mitad de mi café en silencio, parecía haberme despertado en el momento justo para ver como los rayos de sol salía de por los edificios que teníamos enfrente para darle vida a la ciudad que estaba a nuestros pies. Dejé la taza a un lado de mí, en el suelo, para poder recargarme a gusto en el hombro del chico que había a un lado de mí. Niall parecía estar sumido en la vista, su respiración parecía tranquila y sus facciones estaban relajadas. Está parecía ser la idea perfecta para un domingo por la mañana.

—¿Por qué jamás me has preguntado por mi familia? —soltó Niall justo cuando sentía que podía quedarme dormida por unos minutos más.

Su mano se movía con nerviosismo en el final de una de las mangas de su playera, que casualmente estaba usando como pijama. No le respondí de inmediato, decidí primero acomodarme correctamente en el sofá antes de girarme a verlo con la mirada más pacífica que podía.

—¿Quieres hablar de eso? —respondí con otra pregunta.

—¡Vamos, Ska! Sé que ha pasado por tu mente —dijo él casi diciéndolo en un susurro—. Ya pasaron varios meses desde que volvimos a vernos, es obvio que has querido preguntarlo, pero no sé por qué no lo has hecho.

—He querido, no te mentiré... pero no quiero hacerte sentir mal por haber dejado a tu familia, por mentirle —hice una pequeña pausa—. No tienes idea de lo mal que Maura lo pasó cuando te fuiste, ella parecía ser la única que entendía mi dolor y yo el suyo.

Niall pasó una de sus manos por su rostro varias veces, como si de esa forma pudiera evitar que viera el dolor que había en su rostro. No podía mentirme a mí; podía ver como sus ojos comenzaban a aguarse, su mandíbula la apretaba con fuerza y evitaba a toda costa llorar. Era por eso que no quería tratar este tema, no quería ver como se venía abajo porque muy dentro de él sabía que era culpa suya que su madre hubiera sufrido tanto, y quiera creerlo o no, eso era cierto.

—Ninguna madre debería de vivir la muerte de uno de sus hijos —dijo con un hilo en la voz.

Se colocó de pie y caminó a lo largo de toda la terraza por varios minutos, lo dejé estar. Prefería que caminara como loco a que se aventara de la terraza o comenzara a tirar todo lo que hubiera a su alrededor, lo que generalmente hacia cada que no podía controlar sus emociones. Después de unos minutos me coloqué de pie y lo detuve para darle un abrazo. Algo dentro de mí me decía que era necesario dárselo, y no me falló mi instinto cuando sentí como sus brazos me rodeaban con fuerza.

—Siempre sabes lo que necesito —me susurró al oído—. Te amo por eso y más.

Sonreí a modo de respuesta y lo abracé más fuerte. Quería que supiera que estaba ahí para él en las buenas y en las malas. Pasamos otro momento en la misma posición antes de que decidiera que era tiempo de soltarnos.