Capítulo 16- La cita no cita

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Segundo martes del mes, segundo martes en el que tenía que ir por la carta de Niall. Estaba nerviosa, extremadamente nerviosa. No había prestado atención en las clases y las tareas comenzaba a hacerlas mal.

Zayn había estado en lo cierto, tener a Niall otra vez a mí alrededor estaba poniendo mi mundo de cabeza. ¿Pero qué podía hacer? No quería que se volviera a alejar, lo quería cerca de mí otra vez, saber que fue de su vida. ¡Por supuesto que lo detestaba! Pero no había manera de alejarlo de mi vida, todo mi ser seguía perteneciendo a él… y él lo sabía.

Al salir de la universidad, Lydia y yo comimos en un local de sushi que quedaba cerca de la oficina de correos, de hecho desde nuestro lugar podíamos ver la entrada de la oficina. Mi amiga tenía la sospecha de que Niall llevaba la carta al medio día, poco antes de que yo la fuera a recoger.

Las cosas entre Lydia y yo mejoraron con creces. Claro que se había preocupado un poco cuando la semana pasada la había dejado con la palabra en la boca mientras estaba en Belfast con Zayn. Pero ya que las cartas habían sido puestas en la mesa todo había cambiado y nuestras peleas estaban en pasado.

Cuando terminamos de comer salimos casi a trompicones, todo por la ansiedad de Lydia de ir por la carta. Zayn no había podido acompañarme ya que tenía trabajo que hacer en la fábrica de su tío –esta vez me juro que era totalmente verdad.

Así fue como entramos a la oficina mi amiga y yo y caminamos directamente hacia el apartado postal en donde estaba la carta. Retiré la llave de mi cuello y aguantando la respiración abrí el compartimento.

— ¿Qué es eso? —preguntó Lydia en cuanto abrí la puertita. Sabía perfectamente lo que era, pero aun así lo preguntó.

—Una… margarita —tomé la flor entre mis dedos.

Lydia tomó la carta casi queriendo arrancarla ahí mismo para poder leerla. Nos miramos por un segundo y ella vio que no quería leerla en ese destartalado edificio gris. Con un movimiento de cabeza le indiqué que saliéramos del lugar. La llevé a la banca en la que hacía una semana habíamos estado Zayn y yo leyendo la primera carta.

— ¿No estás ansiosa de leerla? —me preguntó cuándo ya nos habíamos sentado.

—Algo —pausé—. Los recuerdos no son lo que me pone nerviosa, es el hecho de saber que Niall la escribió y que… parece controlar mi vida, tú vida, la vida de todos.

— ¿Estás enojada con él? —pude ver como en los ojos de mi amiga brilló algo.

—No lo sé. Solo sé que quiero saber qué diablos estuvo haciendo en casi dos años que estuvo desaparecido.

Nos quedamos calladas por algunos minutos. No quería estar en esa fría banca de metal en silencio, quería leer la carta.

— ¿La lees tú o yo? —al final solté un poco enfadad.

— ¡Yo! —se apuró a decir.

Contrario a todo lo que pensé, Lydia la abrió poco a poco, cuidando de no romper el sobre y dejar las hojas de adentro intactas.

—Bien… aquí vamos —soltó antes de empezar a leer.

    

     

Querida Alaska:

¿Recuerdas la primera vez que salimos solos? No como una cita en sí, simplemente como amigos. Salimos muchas veces así, pero no creo que recuerdes la primera vez que lo hicimos, no tan bien como yo.

Fue a mediados de otoño, ya llevábamos al menos 6 meses conociéndonos. Ese día ni Zayn ni Lydia pudieron salir. Él tuvo que irse de emergencia a Bradford debido a la muerte de un tío suyo y Lydia había sido castigada por faltarle el respeto al maestro –típico en ti, Lydia.

Through the Dark || Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora