Through the Dark || Niall Horan

Prólogo- La noche que cambió todo.

Eran las tres de la mañana cuando recibí la llamada. Me encontraba en mi habitación en mi quinto sueño cuando una canción de Maroon 5 me despertó. En cuanto abrí los ojos sabía que se trataba de Niall, era el tono predeterminado que él mismo había colocado para cuando me llamara.

Di una media vuelta y tomé mi celular del buró del lado izquierdo. En el teléfono se podía leer claramente “Niall Horan”, pero algo dentro de mí me decía que algo estaba ocurriendo, como un presentimiento.

—Está bien que los finales ya hayan terminado, pero eso no quiere decir que puedes dormirte a las tres de la mañana, y menos si en poco tiempo tienes que ir con tu padre a trabajar —dije en cuanto contesté el teléfono, me había omitido el saludo.

— ¿Perdón?

La voz al otro lado de la línea definitivamente no era Niall. Era ronca, gruesa y avejentada. ¿Qué era lo que estaba sucediendo, por qué Niall no había contestado su teléfono?

— ¿Quién es? —pregunté ya sin dureza y con más temor del que tenía antes de contestar.

—Soy el policía Roy Stevenson, ¿señorita…?

—Alaska Deehan —completé—. ¿Por qué usted contestó el teléfono de mi novio? ¿Le sucedió algo?

—Iré al grano, Srita. Deehan —se escuchó como soltó un profundo suspiro—. Su novio, el Sr. Horan, y el Sr. Malik tuvieron un accidente automovilístico minutos atrás a las afueras de la ciudad.

Mi mundo se fue abajo en cuanto escuché lo que el policía me había dicho. ¿Niall había tenido un accidente? ¿Qué estaba a esas horas saliendo de Dublín?

“Prométeme que iras a casa tan pronto dejes a Zayn en la suya”, recordé que le había dicho horas atrás, en cuanto me había dejado a la puerta de mi casa.

“Te lo prometo, Ska. Dejó a Zayn y me voy a la cama. Te amo”, fue la respuesta que mi novio me había dicho.

Después de eso, Niall me había mandado un mensaje en donde me deseaba buenas noches. Sabía que le había pedido a Zayn que lo enviara, Niall no era del tipo de personas que colocaban acentos, puntos y comas; pero Zayn sí.

— ¿Srita. Deehan? —escuché al otro lado de la línea.

Me había quedado absorta recordando las últimas palabras que Niall me había dicho. Tal vez pasaron minutos o segundos en los que dejé al policía hablando solo.

—¿Dónde… dónde…? —mi voz se cortó antes de que pudiera completar la pregunta.

—Están en St. Patrick’s Hospital—dijo por mí—. Pero no creo que sea una buena idea que…

Corté la llamada antes de que él pudiera terminar. Me quedé paralizada por unos minutos más. En mi mente procesaba todo lo que acababa de ocrrurir, la desgarradora noticia.

Dejé el teléfono en su lugar y vi la fotografía que había en el buró. En ella estábamos Niall y yo. Sonreíamos a la cámara, había sido el día en el que cumplimos un año de noviazgo.

Sentí como mis ojos comenzaban a arder, era una señal de que las lágrimas se avecinaban. Respiré hondo varias veces y me coloqué de pie.

No me molesté en cambiarme la piyama, solo me coloqué unos tenis, tomé mi teléfono y salí disparada de mi habitación.

Bajé las escaleras y tomé las llaves del auto de mamá. Papá me había enseñado a manejas unos cuantos meses antes, nunca había tenido una verdadera oportunidad para manejar antes de esta.

Conduje con rapidez por las calles de Dublín, esquivaba los pocos autos que se encontraban en mi camino y me pasaba algunos altos. Lo único que deseaba era poder llegar lo antes posible con Niall, quería estar ahí para cuidarlo y velar por él.