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Habían pasado cuatro horas desde que salieron de Karmaland, era un día con mucho sol, por lo cual, gotas de sudor ya se encontraban sobre los rostros de ambos chicos, incluso, las mejillas de ambos se encontraban sonrojadas por el calor que se hab...

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Habían pasado cuatro horas desde que salieron de Karmaland, era un día con mucho sol, por lo cual, gotas de sudor ya se encontraban sobre los rostros de ambos chicos, incluso, las mejillas de ambos se encontraban sonrojadas por el calor que se había acumulado en esa zona y no precisamente por pena o vergüenza.

¿Has visitado ese lugar antes? –preguntó el castaño mientras se limpiaba el sudor de su frente con la tela de su sudadera.

No –respondió con sencillez.

¿Entonces cómo lo conoces? –preguntó confundido– Yo jamás había oído de ese pueblo.

–No es precisamente un pueblo, Luzu –sonrió levemente– Es una ciudad, si comparamos el mapa de Karmaland con el mapa de L'manberg –soltó un suspiro– Es tan grande que dos semanas de vacaciones no bastan para explorar cada rincón de ese lugar –respondió un tanto emocionado.

El híbrido de oso estaba emocionado por visitar aquel país, se había pasado toda su adolescencia esperando por ese momento, pero desafortunadamente, sus planes habían cambiado por algo o mejor dicho... Por alguien.

Rubius había leído cientos de periódicos donde la fotografía de algún paisaje sobre ese mismo país se encontraba en la primera plana, los periódicos describían a L'manberg como un país lleno de maravillosas experiencias imposibles de olvidar, quería descubrir si era verdad.

Y jamás has oído de él porque nunca sales de Karmaland, Luzio –dijo divertido– Solo sales para cumplir las misiones que tu padre te encarga.

El castaño se quedó callado, prefirió no responder, pues en el caso de que lo haga, probablemente iniciaría otra discusión entre ellos y le prometió a su mejor amigo que mejoraría su relación con el bromista de cabello pálido.

Yo he sido un viajero la mayor parte de mi vida, me la he pasado de aquí por allá, y de allá por acá –habló entusiasmado– L'manberg habría sido el último lugar que visitaría –miró al castaño y los ojos de ambos se encontraron– Tenía planeado establecerme ahí –confesó en tono suave y luego desvió la vista hacia enfrente– He leido que es un lugar increíble.

–¿Por qué hablas como si no fueras a continuar con ese plan? –preguntó extrañado.

Porque me quedaré en Karmaland –declaró con una pequeña sonrisa.

¿Por qué? –cuestionó el de mirada carmín.

El de ojos verdes arqueó una ceja y volvió a mirar al castaño que lo acompañaba.

¿𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒇...? ༒︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora