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Wilbur estaba acostumbrado a que Big Q se mantuviera encerrado en su oficina, pues ahí tenía la libertad de cometer cualquier delito bajo la discreción de sus empleados amenazados

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Wilbur estaba acostumbrado a que Big Q se mantuviera encerrado en su oficina, pues ahí tenía la libertad de cometer cualquier delito bajo la discreción de sus empleados amenazados. Pero hoy no era uno de esos días, en realidad, por una muy extraña razón, Quackity estaba recorriendo cada lugar del hotel y del casino, observaba todo y ponía mucha atención en algunas paredes.

Observar a Quackity era su pasatiempo favorito, para cualquier otra persona podría ser aburrido pero no para él, de esa forma solo lograba conocer a Quackity, lo que le gustaba y las cosas que detestaba, pues el menor nunca consideró abrirse emocionalmente con él. Todo era pasional pero en cuanto sus pequeñas sesiones de sexo terminaban, el mexicano sacaba a patadas y entre insultos al castaño de su oficina.

Wilbur sabía que su lindo novio planeaba algo y no lo dejaría escapar, por lo tanto, dejó que su pequeño niño consentido se divirtiera jugando al escapista, mientras él salía de la ciudad para encargarse de alguien.

Más tarde le dejaría las cosas muy en claro al híbrido de pato.

Sobre quién realmente tiene el mando.

-¿Qué estás haciendo? -preguntó molesto y confundido

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-¿Qué estás haciendo? -preguntó molesto y confundido.

-Wilbur te está contagiando de sus malas costumbres -levantó la mirada y sus marrones conectaron con los esmeralda del rubio- Antes solías tener la decencia de tocar la puerta antes de aparecerte.

-Te has estado paseando por todo el lugar, es raro... Y quiero saber qué es lo que planeas -dijo con firmeza.

-Es mi hotel, es mi casino, yo hago en mi territorio lo que se me dé la puta gana -sonrió de forma arrogante- Te recuerdo que yo soy el dueño y tú solo él administrador de este lugar, no te metas en mis asuntos.

-Los asuntos de este lugar, son mis asuntos, Quackity -no se inmutó, en su lugar, se acercó al escritorio del menor.

-Big Q... Hijo d... -lo interrumpieron.

-No me hagas una escenita como se la hiciste a Wilbur, ese desgraciado y yo no somos iguales -frunció el ceño- Te conozco lo suficiente para poder llamarte por tu nombre y quiero saber que planeas hacer con este lugar, es raro verte paseandote por ahí, analizando cada estructura de este edificio.

¿𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒇...? ༒︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora