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Los pájaros volaron asustados cuando el filo de la flecha se clavó en el tronco del árbol, Foolish apretó los párpados mientras soltaba un suspiro.
–No te burles –dijo cuando se atrevió a mirar a su nuevo maestro.
–No estaba dentro de mis planes –respondió serio.
El castaño miró durante unos segundos la flecha que había disparado el chico de piel dorada para poco después acercarse a éste mismo, quien se extrañó ante la cercanía del castaño.
–El codo tiene que estar muy bien levantado y en el ángulo en el que deseas soltar la flecha –se humedeció los labios con la punta de su lengua y ayudó al chico a acomodarse– Debes controlar tu respiración, si sigues respirando como lo estas haciendo ahora, solo provocará qué tu pulso se vuelva inestable.
El de ojos verdosos en verdad estaba esforzándose por mantenerse tranquilo y relajado pero la cercanía del castaño no lo estaba ayudando para nada, no solía ser muy cercano a las personas que conocía, tanto tiempo trabajando para Quackity, había causado en él una cierta incomodidad al contacto físico. Hubo una ocasión que Tina, la recepcionista del hotel, intentó abrazarlo pero él se hizo a un lado y la chica estuvo a punto de caer por confiarse en que abrazaría al de cabello rubio.
–Mantén tu vista centrada en tu objetivo, Foolish –susurró cerca de su oído, lo que le provocó un escalofrío al de ojos verdosos– Estira lo más que puedas la cuerda y relajate, tú vida no depende de esto –dijo cuando tomó su distancia del administrador.
El chico de piel dorada soltó un pequeño e inaudible suspiro para después seguir cada una de las indicaciones del más alto, pocos segundos después, cuando agarró valor, soltó la flecha y esta se clavó e una de las ramas del árbol deseado, su objetivo era el tronco pero darle al árbol qué quería, ya era un avance.
Giró levemente el rostro al escuchar unos apalusos y se encontró con una pequeña sonrisa en el rostro del chico de ojos rubíes, que lo miraba fijamente.
–Supongo que no era lo que esperabas pero estuvo demasiado cerca, necesitas práctica –se cruzó de brazos pero no borró la sonrisa de su rostro– ¿Quieres intentarlo de nuevo? –preguntó disimulando su emoción.
Foolish dibujó una sincera sonrisa en su rostro y después estiró su brazo izquierdo, ofreciéndole su arco.
–Enseñame de lo que eres capaz, Luzu –dijo en un tono retador pero al mismo tiempo amistoso.
El castaño sonrió de forma engreída, luego aceptó el arco del rubio, se posicionó y no tardó demasiado en disparar una flecha hacia alguna dirección del bosque, tomó otra flecha y rápidamente repitió la acción anterior, y lo mismo hizo con una tercer flecha, al finalizar, le estiró el arco al de ojos verdosos, así regresandole su artefacto.
