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-Ese chico es todo un mafioso -dijo mientras masticaba su comida- Hubieras visto los paquetes de drogas, pero ese gilipollas es bastante listo, aparentar que lo que transportan en camiones son reservas del mejor vino del país -aplaudió un poco- Con razón está ahogándose en dinero.
-Parece que te divertiste mucho en tu pequeña aventura -dijo el castaño con muy poco interés.
-La verdad es que si... -sonrió levemente- Ya me había cansando de limpiar el hotel de arriba a abajo -volvió a llenarse la boca de comida.
-Si... Te entiendo, es demasiado tedioso -se llevó otra cucharada de comida a la boca.
-Pronto nos iremos de aquí y regresaremos a nuestras vidas normales -frunció levemente el ceño- O eso quiero pensar.
El mayor miró unos pocos segundos al híbrido de oso, éste anteriormente se veía bastante emocionado pero ahora se veía serio, incluso molesto.
-¿Por qué dices eso? -preguntó confundido.
-¿Qué harás cuando lleguemos a Karmaland? -evadió la pregunta del castaño.
Luzu se encogió de hombros- Iré con Merlon a informarle de nuestra llegada y después iré a descansar un poco -respondió antes de darle un trago a su jugo.
-Seguro quieres disfrutar tus últimos días de dormir solo en una cama con mucho espacio -se metió más comida a la boca.
Una de las cejas de Luzu se arqueó- ¿Consumiste alguna de las sustancias prohibidas del niño? -preguntó extrañado.
-Ojalá pero solo me dediqué a observar, no tocar nada -respondió sin ganas.
-Entonces... ¿Por qué preguntas y dices cosas sin sentido? -cuestionó.
-Seguro Vegetta nos recibirá y en cuanto te vea, correrá a ti para abrazarte y darte cariño -Su entrecejo de arrugó un poco más y tragó su bocado de manera pesada.
-Seguramente -respondió restándole importancia a sus palabras- Vegetta es una persona bastante cariñosa.
-En especial contigo -gruñó.
El mayor arqueó una de sus cejas mientras observaba al de cabello blanco, no entendía de donde o por qué pensaba eso el híbrido de oso, lo más extraño, es que no era la primera vez que le hacía comentarios relacionados con su mejor amigo, es como si aquel chico estuviera celoso pero ¿Por qué?. Rubius jamás tomó en serio a Vegetta, un día ellos dos podían estar besándose con pasión y minutos después, el de mirada esmeralda actuaría como si no hubiera pasado nada, tratando al ojivioleta con la mayor indiferencia posible.
Luzu no odiaba a Rubius pero detestaba la cantidad de veces que vio a su mejor amigo, casi su hermano, llorar por alguien que no sabía cómo valorar a alguien tan especial como lo era el príncipe de Karmaland.
