𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘 𝐋𝐈𝐍𝐄, scream ✔︎

013; venganza

CHAPTER THIRTEEN
venganza

Escuchó unos gritos arriba, y acto seguido un disparó, Verónica y Madelyn se giraron asustadas, temiendo que le hayan dado a las hermanas, sin embargo vieron a Quinn caer.

Detrás estaba Bailey con una mueca de dolor y sorpresa, había perdido a sus dos hijos, Verónica miró a sus amigas asustadas cuando vio que la pistola de Sam no tenía más balas.

Le dijo algo a Tara antes de que esta mirase a sus amigas con una mueca de miedo, su hermana le había dicho que bajara, para mantenerse a salvo.

Verónica leyó su mirada y comenzó a asentir, Tara con miedo se colgó tal y como estaba su mejor amiga, tras unos segundos se dejó caer.

Las que ya estaban abajo se acercaron rápidamente, Tara las miró asintiendo, aunque no hayan preguntado nada, dándoles un pequeño y rápido abrazo, estaban bien, por ahora.

—¿Todo bien? — preguntó Tara mirando el abdomen de Verónica, esta asintió con media sonrisa.

—No siento el dolor aún, es la adrenalina — explicó rápidamente, las tres escucharon gritos, miraron y vieron como Bailey y Sam caían.

Ellas se miraron preocupadas, corriendo hacia la chica, por un momento pensaron que estaba inconsciente, pero Sam comenzó a toser abriendo los ojos.

—Sam — sonrieron algo aliviadas al verla bien, la mayor miró alrededor a ver donde estaba Bailey, cuando lo vio inconsciente suspiró.

—Tengo un plan — susurró después de estar varios segundos mirando a las jóvenes, estas suspiraron mientras Verónica apretaba sus labios.

(...)

Verónica, Tara y Madelyn estaban escondidas en una parte del cine, por si el plan de Sam se complicaba para ella. Simplemente era que Bailey sufriera de su propia medicina.

Sam lo llamaría, mientras en la lona se reproducía una película aún, y seguiría el patrón que seguían los Ghostface en sus llamadas, preguntándole su película de miedo favorita.

Ella usaría el modulador de voz, y cuando llegase el momento, lo mataría, vestida de Ghostface. Escucharon dos disparos, Tara se llevó un dedo a la boca indicando que guardara silencio.

Verónica se asomó de manera muy sigilosa, viendo de espaldas a Bailey, lentamente se volvió a su lugar, sin emitir ruido. Sus amigas le miraron interrogativas, ella formó una pistola con sus dedos suspirando profundamente.

Otro disparo se escuchó, ellas se sobresaltaron en silencio, ya que sonó muy cerca de ellas —. Ya sabes la verdad, ¿eh? — dijo elevando la voz, tanto que las jóvenes desde su escondite lo puedan escuchar —. ¡Lo llevas en la sangre!

Madelyn notó una molestia en la parte baja de su abdomen, sin embargo, no le dio importancia.

La hermana se lamió los labios nerviosa, Verónica tomó su mano, al igual que la de Madelyn, intentando que ambas se relajaran, por mucho que ella estaba luchando por no salir y matarlo ella misma.

Por todos los que había matado, por Chad.

En ese momento no lo estaba pensando, ya que estaba centrada en que Sam consiguiera cumplir el plan, aún así, en esos instantes, sentía como lentamente, partes de su corazón se iban marchitando.