𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘 𝐋𝐈𝐍𝐄, scream ✔︎

06; nacer para morir

CHAPTER SIX
nacer para morir

—Tengo la extraña sensación de que va a pasar algo horrible.

Verónica se pasó una mano por su pelo, su padre delante suyo suspiró.

—Te tienes que ir, no puedo dejar que te pase nada malo — murmuró Dewey, su hija apretó sus labios negando con la cabeza.

—No voy a tener la misma conversación — Verónica seguía opinando lo mismo.

—Tienes que protegerte.

La morena se levantó del sofá algo molesta —. ¿Y quién te protegerá a ti? — preguntó alzando la voz.

—Soy mayorcito, sé protegerme solo — dijo ahora Dewey alzando un poco la voz.

Verónica mordió su labio inferior —. No quiero que te pase nada, papá — bajó bastante la voz haciendo que su padre sintiera como su corazón se estrujaba —. Mantente fuera, por favor.

—Lo siento, pequeña, pero si tu te quedas, yo lo haré contigo, superaremos a ese mierdas juntos — dijo su padre, Verónica suspiró antes de abrazarlo.

—Te quiero mucho, papá.

—Y yo también, hija — correspondió enseguida separándose para mirarla, colocó la mano en su mejilla con cariño paternal —. Sé que no te lo digo todos los días pero, eres lo más importante de mi vida, por lo que todo el sufrimiento vale la pena si es por ti.

Las lágrimas se habían acumulado en los ojos de la chica al escuchar esas palabras tan bonitas, y al pestañear dos lágrimas se deslizaron rápidamente por sus mejillas.

Dewey no tardó en limpiárselas dejando un beso en su coronilla, Verónica le sonrió antes de separarse.

—Tengo que arreglar algo con Wes, así que iré a verlo — comentó con media sonrisa, Dewey asintió.

Verónica tomó su móvil, junto con su bolso antes de salir de su casa, el camino a casa de Wes no era corto, eran unos 20 minutos andando lento, pero tenía ganas de respirar aire puro, quería relajarse y preparar lo que decir.

Sin embargo, Wes se le adelantó llamándola. No mentiría diciendo que cuando escuchó que le llegaba una llamada no se tensó, pero cuando vio que era el sonrió.

—Hola — contestó enseguida alargando las "a".

—Verónica, lo siento muchísimo, de verdad, la cagué contigo ayer por una estúpida escena de celos, y fui cruel contigo y con tu padre, entiendo que no me quieras volver a ver, pero...

No pudo evitar soltar una risa cuando escuchó que se pausaba después de haber hablado tan rápido para respirar profundamente.

—¿Te estás riendo? — preguntó Wes con un tono más calmado que antes.

—Sí — murmuró Verónica asintiendo con media sonrisa —. No te preocupes, esta situación nos tiene mal a todos, sospechamos de todo el mundo por el miedo a que nos traicionen, lo entiendo, yo también te pido perdón por como te trate, cariño.

—No te tienes que disculpar, traté fatal al señor Riley, no se lo merecía, él no es capaz de hacerte nada.

—Wes — interrumpió Verónica sonriendo ladinamente.