𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘 𝐋𝐈𝐍𝐄, scream ✔︎

01; primer ataque

CHAPTER ONE
primer ataque

The Way I Loved You de Taylor Swift por su altavoz, era lo único que se escuchaba en la habitación de la morena.

Ella estaba tarareando la canción mientras vagaba en su teléfono, no pudo evitar emocionarse al oír una notificación proveniente de un chico muy especial para Verónica.

Wes 💗

Hola preciosaa
Mamá quiere que vengas a cenar

Solo tu mamá?

Yo también <3
Te quiero ver

Me buscas o voy caminando?

Estoy en 30, que sé qué tardas

Me conoces ;)

Verónica dejó su móvil en su cama mientras se levantaba con una gran sonrisa decorando su rostro, ella fue directa a la sala de su pequeño hogar, donde se encontraba su padre mirando la televisión con una cerveza en la mano.

Frunció un poco el ceño al ver lo último —. Papá, Wes y su madre me invitaron a cenar, ¿puedo?

Su padre era bastante estricto con las salidas nocturnas, Woodsboro no era un lugar seguro, y aunque hubiesen pasado 25 años desde el último ataque de Ghostface, nunca se sabía cuando podría volver, así que habría que tener cuidado.

—Claro, cariño — aceptó su padre, llevaban varios años sin ningún ataque —. ¿Wes te trae o yo te recojo?

—No lo sé, te aviso cuando esté allá — respondió la morena sonriéndole a Dewey que asintió con media sonrisa.

Dewey Riley, superviviente de todos los ataques de Ghostface, una franquicia que se había adaptado a películas. Donde todo empezó con dos psicópatas locos y siguió a lo largo de los años, sin embargo ahora llevaban varios años sin ataques.

Fue el hermano de Tatum, una de las víctimas del Ghostface original, también fue el sheriff de Woodsboro, pero le habían pedido, tras volver de Nueva York, que se retirará.

Trabajaba como mecánico algunos días, para pagar la pequeña casa que tenían y lo que su hija necesitase.

Se preguntarán, ¿y su madre?

Gale Weathers, otra supervivientes de los ataques, una periodista y escritora ambiciosa, que tras cada ataque, hizo un libro de ello.

Ella y Dewey criaron a su hija en Woodsboro los primeros tres años, pero cuando a Gale se le ofrece una oportunidad de trabajo en Nueva York, se mudan.

Dewey no aguantó más de dos meses, y tras una charla, ambos acordaron que Verónica se quedase con el hombre.

Gale la estuvo visitando cada dos meses los primeros diez años, y llamándola cada día, o cada dos, no obstante, cuando cumplió trece, Gale solo la visitó tres veces en aquel año, y la llamaba una vez por semana.

Y ahora hacía que no la veía dos años, solo se mensajeaban y se llamaban dos veces al mes.

Primero el abandono lento de su madre le dolió bastante, pero cuando se dio cuenta que con su padre lo tenía todo, dejó de darle tanta importancia.

Se vistió con un vestido pegado, una palma por encima de las rodillas, negro, bastante simple para que pudiera decorar un poco con joyas, se puso una cadena de oro que tenía un corazón en el medio.