Al salir del hospital - Saiouma postgame

6. Pesadilla hecha realidad

- ¿Dónde estoy?... ¿Por que todo es negro?...  - Le susurro Kokichi  a la nada mientras se levantaba del cálido piso en donde estaba tumbado. Ese lugar se veía como un vacío, no se podía ver más allá de unos pocos centímetros ya que todo lo demás era oscuridad. Es raro, él siempre le temió a la oscuridad, bueno, más a lo que se ocultaba en ella, pero ese lugar se sentía diferente, de alguna forma eso lo calmaba.

Caminó sin saber bien a donde iba, tal vez debería buscar algo allí, ¿o alguien? era un sentimiento raro. Después de explorar el infinito lugar y no encontrar nada solo se sentó, pero había algo diferente que lo hizo pararse de inmediato, el suelo. Ahora estaba frío, ¿eso es normal? ¿Acaso debería buscar una salida? Realmente nunca estuvo buscando una, pero en ese momento sintió que debería.

- ¿Estoy muerto?- Dijo, el eco que repentinamente lo perturbaba resonó por la infinita oscuridad, hasta que escucho pasos. 

Pasos.

Algo más estaba allí.

Alguien más estaba allí. 

El miedo lo inundó, sabía que algo malo estaba a punto de pasar, pero no sabía con exactitud que. Tal vez alguien venía a matarlo, o tal vez a... Bueno, alguien que quería matarlo era lo único que se le ocurría en esos momentos.

- Deberías haber muerto. - Dijo una voz llena de odio que perfectamente conocía, Maki.

- ...cállate...- Kokichi hablo, pero con una voz baja, probablemente sólo él escuchó lo que dijo.

- Nadie te extrañaría. - Otra vez hablo Maki. Esta vez no respondió.

- ¿Acaso te comió la lengua el ratón? Maldita rata, ni para eso sirves.- Dijo otra voz, no la distinguía tanto. - Respóndeme idiota.- replicó la voz, pero esta vez si la reconocía. Era Miu. ¿Porque Miu estaba allí? ¿cuando había llegado?

- Gonta cree que el mundo estaría mejor sin Kokichi, perdón, eso no dice un caballero, pero Gonta tenía que decirlo.- Gonta?... que estaba pasando?..

-  Ouma-san, también te pido perdón por decir esto, pero no sabes cuánto odiaba cuando me llamabas mamá. Solo quería que supieras cuanto asco me dabas al hablar.-   Mamá?... no... ¿que mierda está pasando?.. ¿de donde salían todos?

- Sabes Ouma-kun, si yo despertara y pidiera perdón, todos olvidarían lo que hice y me amarían. Pero si tu lo hicieras, esas disculpas no valdrían nada, no importa lo que hagas, todos te seguirán odiando.-  ¿Quién dijo eso? 

Las voces poco a poco se comenzaron a mezclar. Solo hablaban encima de otras, diciéndole que su presencia era repugnante y completamente asquerosa. Él era tan tonto, tan tonto que ahora estaba al borde de lágrimas, pero sin importar lo mucho que quisiera llorar, sabía todo lo que le decían era verdad. Era un inútil, su patético plan ni siquiera funcionó, daba asco, debió haber muerto, igual su vida no valía nada, solo era un maldito miserable que no sabía porque seguía vivo.

- ...V-vallanse...- Por fin habló en un susurro, -...t-todos ustedes debieron morir... - Dijo mientras unas cuantas lágrimas por fin escapaban de sus vidriosos ojos.

...

-Ouma-kun, ¿por qué les hablas así?- Conocía esa cálida voz, era shumai. Tal vez... tal vez él lo sacaría de ese lugar..

- Por favor Saihara-chan, por favor, AYUDAME, SACAME DE AQUÍ, POR FAVOR.-  Kokichi le rogó a Saihara mientras intentaba disimular la profunda desesperación que lo estaba asfixiando.

-¿Por que te ayudaría?- Esa fue la gota que derramó el vaso. Kokichi se alejó lentamente, sus ojos derramaban el pánico que sentía. -Estás solo Kokichi, y siempre lo estarás, nada ni nadie va a cambiar eso.

...

NO

NO 

NO NO NO NO 

POR FAVOR 

NO.

Una puerta a lo lejos se abrió, pintaba todo lo cercano con una luz inmensa. Era la salida, por fin escaparía de ese lugar. Todos corrieron hacia ella, desapareciendo al pasarla. Kokichi quería ir también, pero no podía. Estaba tirado en el suelo, temblando, y sin saber muy bien qué hacer. 

En ese momento ya no le importaba nada, tenía que irse de ese lugar, sabía que algo malo le pasaría si se quedaba mucho tiempo.

Kokichi se arrastró. Era la única manera de llegar, tal vez eso lo salvaría. Estaba tan cerca pero a la vez tan lejos, quizás debería rendirse y aceptar que nunca podría escapar. No. Faltaba tan poco... Estaba tan cerca...  Pero escucho a alguien llamarlo.

"¿Joven ouma?"

"¿Joven ouma?"

"Esta... despier-....

_  _  _  _  _  _  _  _

- A-AAAH - Gritó mientras se caía de su camilla. Las sabanas lo estaban asfixiando y sudaba como si hubiera corrido un maratón. -¿QUIEN MIERDA ERES Y QUÉ HACES EN MI HABITACIÓN?- Kokichi le gritó a la chica que lo observaba aterrada desde la esquina de la habitación. 

-e-eh... soy una enfermera, y me mandaron a decirle un mensaje... Este... bueno, eh... 

-¿Se supone que eres tú la que me va a decir algo? ¡Habla ya!

-S-si, la cosa es que tus compañeros decidieron que se reunirían a desayunar a las nueve, ya que todos están despiertos. Una linda chica rubia me dijo que avisara a todos, fue un poco raro, los demás no querían que le dijera a alguien, pero no se muy bien a quién...

- ... 

-¿Estas bien?

-Voy a morir.

-Eh, bueno... ¿buena suerte? Adiós.- Dijo la enfermera mientras salía de la habitación apurada.

Okey, tenía que procesar todo. En primer lugar, ¿que mierda fue ese sueño? Y en segundo lugar,  ¿acaso los idiotas que seguían vivos cuando su plan estaba en progreso no le dijeron a la estupida de Kaede que él tenía problemas mentales y literalmente su plan era suicidarse en una prensa hidráulica? Wow. Igual no podía esperar menos de ellos. 

Por un segundo creyó que la "linda chica rubia" era Miu, pero solo porque era rubia, no tenía nada de linda. Después de pensar unos segundos recordó a Kaede, esa inútil que no sabía matar sin decirles a todos que ella fue quien mató. Ella encajaba más en la descripción de "linda chica rubia", además era obvio que no tenía idea de que su plan para salvar a todos era... bueno... matarse sin que los demás supieran que él fue quien murió.

En ese momento, seguía tirado en el suelo y con las sábanas enroscadas a él. Que  mierda de día. Alto... ¿Que horas son?..

- ¿¡LAS 7 DE LA NOCHE?!- Lo tiene que aceptar, su reloj interno es una mierda. Nuevo plan, bañarse por una hora para relajarse un poco y después comer algunas cosas que guardo, no todas,  porque lo que sobre su desayuno del día siguiente. Ni que estuviera loco para ir a desayunar con... los demás definitivos.

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