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Bueno, no tiene tanta hambre... 

El día siguiente despertó temprano, tal vez muy temprano, eran las 4:39 de la mañana, no tenía tanto sueño. Supongo que despertar temprano es bueno, tienes más tiempo para hacer cosas, como dar una pequeño paseo, dibujar, bañarse, mirar la ventana por horas... es genial despertarse temprano. 

Ahora que lo piensa, tal vez puede irse a comer, ya sabe donde se encuentra el comedor, será más rápido. Talvez... Talvez puede traer comida de las maquinas expendedoras. ¡Así no volvería ni en el almuerzo, ni en la cena! Eso sería genial, pero tendría que llevar una bolsa o algo para que la comida de la maquina no se le caiga... hmm... en el dormitorio no habían bolsas... ¡LA FUNDA DE LA ALMOHADA! Definitivamente era un genio. Bien, decidido, ese es su plan. Esta vez nada va a fallar, esta en el dormitorio D-13 y si se pierde le puede preguntar amablemente a cualquiera del personal. 

Kokichi salió caminando, a paso seguro y completamente confiado de su infalible plan. Algunos lo miraron extrañados por llevar una funda de almohada... no importa mucho, en el juego lo miraban peor, eso no es nada. Llego al pasadizo desolado, paso junto al lindo jardín adornado con la luz del amanecer, y por fin llego a la cafetería, su plan salió perfecto. Comió todo lo que pudo, y al terminar se acerco a la maquina expendedora, que para su suerte era gratis. Después de sacar algunas cosas dirigió su mirada a la maquina de a lado... no puede ser... es el ser más amado del universo...

-¡PANTAAAA!- grito feliz al ver que su bebida favorita yacía en esa maquina. Oh no ¡Esa si necesitaba dinero! Que mala suerte... de seguro no les importara si sacaba algunas de ellas... es raro, nunca creyó que aprender a abrir candados le sirviera de algo aparte de entrar a casas. 

De una manera rápida abrió el candado y metió todas las que pudo en su funda de almohada. salió a rápidamente, deseando que nadie lo haya visto. Caminó, y cuando estuvo lo suficientemente lejos de la cafetería su preocupación fue menor. Ahora lo que tenía que hacer era volver a su habitación. Estaba cerca de la recepción, había mucha gente, mirándolo aun más raro que cuando tenía la funda de almohada vacía. Tal vez creían que era un niño que había robado algo. En lo de robar tenían razón, en lo de niño no.

Camino un poco abrumado entre la multitud, esto ya era raro, lo estaban mirando demasiado. Mas bien... estaban mirando a alguien... alguien atrás de el... Ahora que lo piensa, siente que alguien lo sigue... alguien que intenta ocultar su presencia.

Acelero el paso y apretó el agarre de su funda de almohada.  sentía que algo malo iba a pasar si se volteaba. Definitivamente esto ya era raro. Estaba corriendo, y se oían pasos detrás, alguien lo estaba siguiendo. Alguien con nada de buenas intenciones, se sentía su odio en su correr.  Tenía que huir de allí.

A veces cuando corres muy muy rápido, cuando solo quieres huir de allí, tropiezas con tus propios pasos, es raro, y muy normal. Pero Kokichi se sintió como el idiota más estúpido del mundo cuando cayó. Su "bolsa" cayó, junto a algunos pocos snacks que había tomado de la maquina expendedora.

Lo que vio lo sorprendió, era una chica, tenía el pelo marrón corto. Lo observaba con desprecio desde arriba. Como si fuera el ser mas asqueroso de todo el mundo... Conocía esa cara.

- Kokichi.- Dijo Maki con un tono neutral. Quien no la conociera probablemente ya hubiera huido de allí, pero Kokichi estaba inmóvil.

No dijo nada, pero tenía que hacer algo, no se podía quedar allí sin moverse, siendo patético. Ya estaba siendo patético quedándose en el suelo mirándola con miedo. Tenía que hacer algo. NO PODÍA VERSE MÁS PATÉTICO. 

- Respóndeme.- dijo cortante ella.

- ¿Responder que?- habló mientras se paraba, intentando que el miedo que sentía no se notara tanto como cuando la vio y simplemente se paralizo.

- ¿Te crees gracioso? Nos debes una explicación a todos.

- ¿Todos? - Dijo Kokichi intentando que su voz refleje sorpresa, mientras recogía las no muchas cosas que se le habían caído. - Que yo recuerde, los demás están muertos.-

  - Eres un... - Maki murmuro con odio.

- ¿Un que? No vi a nadie más hasta ahora. - Claro que había a visto a Kaito con Maki, pero ellos probablemente ni sabían que ya podía caminar o que seguía vivo.

- Deja de hacerte el tonto.

- ¿Yo? Solo estoy diciendo la verdad, yo nunca miento. - Hubo un silencio, Kokichi solo quería irse de allí, pero no quería que eso se note. Tomó las pocas cosas que quedaban en el suelo y se alejo caminando, dándole la espalda a Maki.

- No puedes fingir que nada paso, todo lo que hiciste va a volver a ti, espero que de la peor forma... - Ya estaba lo suficientemente lejos como para no escucharla ahora. ¿Quién se cree? Ella era una asesina. Bueno... En cierta forma tal vez él lo era.... ¡PERO ESE NO ES EL PUNTO! su mañana se arruino. Ahora se siente peor que cuando la vio.  Ojala un avión atropelle a todos esos tontos, de seguro se reunieron para mandar a Maki a buscarlo o algo así. Se creen muy inteligentes solo por hablar mal de él... Tontos.

Volvió a su dormitorio, y guardo la comida debajo de la cama. Un escondite perfecto.

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Perdón por no actualizar, tuve unos problemas personales.

Intentare actualizar todos los jueves o viernes,

Nos vemos en el próximo capitulo!


Al salir del hospital - Saiouma postgameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora