ACTO III: Escena IV

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Narrado por: Lena Luthor

(En National City, Lena y Kara parecen ser incapaces de evitar que el destino cruce sus caminos)

National City, 2020

El domingo llega más rápido de lo que tenía previsto. Por suerte, la resaca de mi salida del viernes no me pasó tanta factura como creí que lo haría. Después de que Kara se fue abruptamente, decidí que lo mejor sería relajarme y borrar de mi mente mi extraña interacción con ella.

—Eres un peligro, Lena Luthor —susurra sobre mis labios. —Deberías venir con señales de advertencia.

El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos. Pero estoy tan ensimismada en mi propio mundo que el aparato se me resbala de las manos y cae estrepitosamente al suelo.

—Mierda —digo entre dientes.

Cuando recojo el aparato me doy cuenta de que la llamada perdida es de Andy. Así que no espero antes de que la siguiente llamada llegue para presionar el botón de FaceTime de mi teléfono. 

VIDEOLLAMADA SALIENTE 
Andy 💙...

—¿Por qué no me contestaste a la primera? —La melodiosa voz de Andy es lo primero que escucho incluso antes de ver su cara.

—¿Se me resbaló el teléfono de la mano?

En el fondo, escucho otra risa. Andy está de frente a la cámara con un mascarilla de aguacate en su cara que la hace ver terriblemente graciosa.

—¿Dónde están? —pregunto y camino hacia el baño de mi habitación para comenzar mi rutina matutina antes de ir a desayunar.

—Estamos en Koh Phi Phi. Pasaremos la semana acá —Andy explica.

En el baño me encargo de acomodar el teléfono en un posición que les permita a mis amigas verme, y a mí lavarme la cara y limpiármela para aplicarme maquillaje porque sé que más tarde no lo haré y me voy a estresar si me retraso para mi brunch con Michael.

—¿Cuándo van a volver?

—Creo que estaremos una semana acá y tres días en Bangkok antes de volver a National City. Sam quiere comprarle algunos recuerdos de Tailandia a su familia —comenta la ojiazul acomodándose en el sillón.

—Tengo envidia de sus vacaciones —me quejo. Luego tomo una de mis cremas para esparcirla sobre mi rostro. —No sé por qué decidí que sería mala idea hacer de chaperona.

Sam se ríe de nuevo y esta vez la veo asomar la cabeza por encima del hombro de Andy.

—Te lo dije —canturrea con burla.

—No es que quisiera interrumpir su luna de miel —comento mientras otro de mis frascos, esta vez para aplicar aceite para mis ojeras. —No es la mejor idea de un viaje, ¿saben? El chiste es que disfruten de la privacidad con la nueva etiqueta de su relación, señoras Arias-Rojas.

Andy se ríe y luego, dice: —Sí, claro. Como si eso fuera un problema. Las tres sabemos que hubieras buscado entretenerte por tu cuenta. Más ahora que tu hechizo de sequedad se rompió.

Yo detengo en seco mi proceso de Skincare cuando recuerdo la preciosa cara de la rubia el viernes por la noche afuera del bar. Andy capta mi titubeo al instante porque no tarda en hablar de nuevo.

—No. te. creo. Lena Kieran Luthor, escúpelo todo —ordena emocionada.

—No es nada —me encojo de hombros retomando mi acción anterior.

COMO LAS LUCIÉRNAGAS | SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora