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Musa.

Salí de la alberca, temblorosa y con los dientes tiritando. Jeongin me envolvió en una toalla y terminó por besar mi frente.

—Te quiero, Noona —me regaló una tierna sonrisa. Apreté sus mejillas suavemente.

Me dirigí a mi habitación para darme una ducha y cambiarme la ropa. Entré al baño con sigilo, vigilando que no estuviera Hyunjin. Comencé a quitarme el mojado traje de baño, estaba lista para entrar a la ducha. Cuando escuché un chiflido a mis espaldas. Voltee asustada, allí parado con mirada de depredador se encontraba Joseph.

—Dichoso los que mis ojos ven —comento con una pícara sonrisa.

Rápidamente me cubrí con una toalla que se encontraba cerca.
Joseph amplió su lobuna sonrisa.

—No te cubras. No seas tímida —bromeó. Joseph alzó sus dos manos—. Tranquila, no te tocaré, a menos que me lo pidas, claro.

—Cierra la boca —mascullé.

Joseph dejo de sonreír para pasar de una faceta divertida a una de completa seriedad.

—¿Sabías que tu novio, nos está mintiendo? —chasqueo la lengua—. Y no hablo de que te engaña con otra chica, hablo de que está preparando un altar... De sacrificios ¿Me preguntó que tan rápido morirás?

—¿De qué...hablas? —pregunté temblorosa.

—Mi hermano piensa que sabe esconder bien las cosas, pero soy un experto en descubrir la verdad, Musa —Joseph me ofreció la mano—. Eres la culpable de todo, ahora debes solucionarlo.

—¡Deja de hablar en clave, maldita sea! ¡Suelta de una vez lo que quieres decir!

Joseph me señaló.

—¡Tu salvarás a mi hermano! —exclamó para luego suspirar y soltar:— Hyunjin está preparando su altar para ser sacrificado.

—Eso es imposible...

Joseph me interrumpió.

—No lo es, fue en busca de lo principal para el ritual, si logra completar su cometido es el fin de todos —lo miré esperando que se echara a reír, pero eso nunca sucedió. Y allí supe que el rubio hablaba en serio.

—¿Qué debo hacer? —pregunté al borde de los nervios.

¿Pero qué diablos pensabas, Hyunjin?

—Mi hermano creó un plan mediocre...muy mediocre —Joseph se sentó en el lavabo— . En conjunto con los de la IEN. Pero creo que antes de que ejecuten su estúpido plan, mi hermano ya va estar más tieso que un pan en la alacena empolvada de mi abuela.

—¿Un plan? —Joseph asintió.

—El más estúpido de todos, pero dejaré que lo realice —estaba a punto de oponerme, cuando el rubio continúo hablando—. Y ahí es cuando entras tú, la deliciosa y bonita Musa... Serás el ancla que alejara a mi hermano de la muerte...

—¡Está bien, lo haré! —solté.

Joseph negó sonriendo.

—Ni siquiera sabes qué es o que consecuencias traerá... ¿Y ya aceptás? ¿Así no más? —el rubio se carcajeo como si fuera lo más gracioso del universo— ¡Qué envidia! Si la situación fuera al revés, estoy más que seguro que no dudarías en dejarme morir.

Giré los ojos.

—Ya cállate, y dime, ¿qué rayos debo de hacer?

—Simple, haremos lo mismo que Suni. Serás el ancla de Hyunjin, así como ella lo es de Seungmin... —abrí mi boca anonada, tenía tantas preguntas—. Pero antes, necesitamos lo principal para el ritual...

ZWILLINGE ©| +18| [Hwang Hyunjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora