Algo no iba bien, Soyeon comenzaba a presentir eso, más bien, aseguraba eso. Desde las constantes escapadas de Soojin hacia el bosque circundante al cuartel, así como las misiones sospechosas de Jisung en torno a los vampiros, porque, aquello era anormal, y ella se encargaría de llegar al fondo del misterio.
La mujer estaba encerrada en su oficina, no tenía ningún papeleo pendiente, pero aquel sitio se había vuelto su lugar seguro, cada que se sentía encarcelada, se encerraba en su oficina, castigando a todo aquel que decidiera romper su aura de paz.
Un sentimiento de pesadez la cubría, aunque a aquello estaba acostumbrada desde hace años.
Fijo su vista en la puerta, contemplando el calendario que tras esta se exhibía, desde su sitio distinguió el día, 31 de mayo, y sin poder evitarlo un recuerdo llegó a su mente.
«Soyeonnie, te amo, eres lo mejor que pudo regalarme la vida, deseo tanto que envejezcamos juntos viendo crecer a nuestro pequeño Jisung»
Hoy otra vez se cumplía otro año de que el destino le había arrebatado al amor de su vida.
Recordar aquel suceso la ponía de mal humor, porque pensar en su destinado como un 'era' le recordaba su mayor fracaso, su derrota. Rememorar lo que había sucedió aquella noche, la obligaba a tener que enfrentarse a todos los recuerdos de ese día donde perdió un esposo y un hijo, porque junto a Yeosang, se había ido su familia.
Sin querer, las manos de Soyeon comenzaron a temblar, por la mezcla de sentimientos acumulados. En un arrebato, abrió el último cajón de su escritorio, aquel que ella misma se tenía estrictamente prohibido abrir, de este extrajo un cuadro antiguo, junto a una carta corroída por el tiempo.
Aquella era la fotografía familiar que se habían tomado en el cumpleaños número cuatro de Jisung, y en la carta se podía vislumbrar la vieja caligrafía de Yeosang.
"Mi mujer Soyeon, mi muñeca
Mi musa, mi inspiración, mi hábitat
La hermosa mujer que me dio mi pequeña manada
Mi lindo clavel"
Yeosang solía llamarla de aquella forma, le decía que era su lindo clavel, Soyeon amaba aquel apodo, más aún porque Yeosang siempre le regalaba un lindo clavel. Pero cuando mataron a su pareja, la mujer prohibió las flores, y quemó cada clavel que quedaba dentro del cuartel. Nadie se burlaría de ella tratando de hacerla recordar el peor momento de debilidad de su vida.
Con las yemas de sus desgastados dedos, acarició la fotografía, sintiendo un peso en su corazón ante los recuerdos de todo lo que vivió con su mayor amor, recuerda cómo lo conoció, ambos dejándose llevar por prejuicios, hasta que sus sentimientos fueron más fuertes y acabaron enamorándose.
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Cazador ☽︎ | minsung
FanfictionEl mundo es injusto, eso todos lo saben, si se aparece el amor no todos pueden recibirlo de brazos abiertos y menos si aparece cuando menos lo deseas. Jisung es un cazador, pero su madre, la líder de estos lo detesta con todo su ser al culparlo de l...