El mundo es injusto, eso todos lo saben, si se aparece el amor no todos pueden recibirlo de brazos abiertos y menos si aparece cuando menos lo deseas.
Jisung es un cazador, pero su madre, la líder de estos lo detesta con todo su ser al culparlo de l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El cuartel de cazadores estaba viviendo lo que se conocía como 'exterminios', era sencillo, la líder Jeon los colocaría en contiendas contra los guerreros de otras especies, en peleas para que estos guerreros entrenen y de paso ellos 'fortalezcan' sus habilidades.
Lo malo de esto era que los guerreros podrían asesinarlos, ellos, con sus leyes de ganar-ganar no median en el daño que causaban en los cazadores, por lo que cada que se anunciaba esta actividad todos temían ser el siguiente en perder la vida.
Jisung por primera vez en años se unió al grupo del temor, como él lo llamaba, ya que siempre se encontró en el otro extremo, anhelante de ser asesinado, ahora era incapaz de desear eso. Sentía que debía luchar con todo lo que tenía para sobrevivir, y era extraño, ni cuando Somi le rogaba sobrevivir él se sentía en la obligación de hacerlo.
Cuando la campana sonó anunciando la llegada de sus visitantes Jisung sintió escalofríos, esta vez eran ogros contra quienes debía combatir, el mestizo envidio tanto a Changbin quien había partido hace unas horas evitando así esta situación. A su lado había una chica sentada, esta tenía la vista fija en sus pies.
—Pss—. Le llamó, si la chica seguía en su transe podría ser presa fácil, cuando Jisung logró que le observará apoyó su mano en el hombro de la cazadora —¿Qué sucede Dahyun?—. Le pregunto, la chica mordió su lengua
—Tengo miedo, no quiero morir hoy—. Le reveló la chica observando de nueva cuenta la pequeña área donde seguramente los coloquen a pelear
—¿Y eso? Jamás has estado en el grupo del temor—. Una mirada dudosa se posó sobre él, Dahyun seguro estaba debatiendo sobre si hablar o no
—No sé si deba decírtelo—. Rasco su brazo cubierto por la manga de su camisa, la chica vestía un atuendo de lucha, aerodinámico y a medida
—No te preocupes, no diré nada—. Le aseguro, la chica asintió
—Es que Somi me hizo una regresión, ya sabes, para subirme el ánimo según ella—. Susurró para que nadie más ahí los escuchará, Jisung asintió en comprensión, su hermana solía hacer eso —Deje algo inconcluso, quiero cerrar eso, y no podré hacerlo si me asesinan hoy—. Ambos suspiraron, Jisung la comprendió, lo mas probable es que la chica desee salir de ahí para poder ir y hacer sus cosas sin el temor de tener a Soyeon encima, justo como él
—Entiendo, lo mejor que puedo decirte es que lo hagas lo mejor que puedas, deja a tu instinto dominarte, todo con tal de que puedas algún día salir y solucionarlo—. Le dijo, antes de que la chica pudiera responder la presencia de Soyeon se abrió paso, a tras de ellas veía quien suponían era el capitán de los ogros.
Jisung se extrañó de no ver a su tía Soojin cerca, más decidió ignorarlo, a veces su tía no soportaba ver como su madre los trataba
—¡Atención!—. Exclamó Soyeon, lo que ella no sabía es que todos los cazadores estaban alertas por si ella ordenaba algo —Daremos inicio al entrenamiento, si los nombro ingresen a la arena—. Y dicho eso se retiró sentándose en una mesa algo alejada del campo de batalla
