El mundo es injusto, eso todos lo saben, si se aparece el amor no todos pueden recibirlo de brazos abiertos y menos si aparece cuando menos lo deseas.
Jisung es un cazador, pero su madre, la líder de estos lo detesta con todo su ser al culparlo de l...
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Volver siquiera a dormir en la misma habitación les había llevado muchísimo tiempo a Chan y Seungmin, quienes a pesar de tener el corazón del otro en la mano, eran divididos por sus diferencias y más aún, por aquellas espinas que sin querer el vampiro había clavado en el corazón del lobo, quien a pesar de sus esfuerzos aún sentía su lobo herido por sus vivencias pasadas.
Sus peleas eran comunes, como ahora que Chan no quería seguir aquella burda discusión, así que dando media vuelta había dejado a Seungmin gritando solo, se había transformado en medio pasillo y salió corriendo hacia el bosque trasero, alejándose por completo del área donde sabía el vampiro que amaba lo esperaba.
«¡Lo odio, no lo soporto!» —Gruñó Chan
«Seungminnie está siendo un bruto con nosotros, solo quería mimos de su parte» —Sollozó su lobo interno, guiándolos hasta las raíces de un tronco donde se ocultaron, buscando descansar de toda aquella disputa familiar.
Armaron un pequeño nido en aquel espacio, haciéndose bolita para mantener el calor, se sentían tan exhaustos de todos estos problemas, los cuales le hacían pensar que lo mejor sería tomar distancia, regresar a vivir junto a sus padres nuevamente o al menos por un tiempo para calmar sus emociones.
Mientras Chan continuaba oculto en aquella zona, no era capaz de ver a aquel vampiro que lo buscaba de forma frenética por todo el bosque, sintiéndose tan culpable por todas las estupideces que habían salido de su boca; Seungmin se sentía tan imbécil, se suponía que arreglaría las cosas con el omega y así podrían empezar a avanzar en su relación, pero no podía, siempre acababa arruinando las cosas.
Peino toda la zona, pero no había rastros de Chan; comenzaba a creer que había corrido hacia su manada, hasta que pudo sentir un aroma a duraznos que conocía tan bien, se dejó guiar por este hasta que pudo dar con el escondite del omega, observando como dentro de este un lobo de pelaje claro tiritaba debido al frío que había. El corazón del vampiro se apretó ante la imagen, estas situaciones eran las que su maldito temperamento causaba.
Se quedó de pie a unos metros, meditando qué hacer, si despertar al lobo o pedirle de favor a Sana que le ayude a regresar al omega a casa, pero descartó con rapidez la primera opción, no quería descuidar a Chan y que algún extraño se acercará, así que con pasos cautelosos se acercó a donde estaba.
— Chan... —Le llamó desde lejos, sin querer entrar en aquel espacio por miedo a invadir el espacio del omega
El lobo se removió en su lugar debido a sus constantes llamados, hasta que despertó por fin, fijándose en el vampiro que lo observaba con cautela, un gruñido salió del omega, advirtiendo al vampiro.
— No entraré, lo prometo, pero no pueden quedarse aquí, la noche está por caer y están temblando de frío —Murmuró el vampiro, alzando sus manos
El lobo se colocó de pie y salió a pasos calmados del sitio, revolviendo su pelaje, y con eso, se quedó observando al vampiro, quien no estaba muy seguro de que hacer, porque en contadas ocasiones había interactuado con el lobo de Chan y en cada una de ellas la había jodido en grande. Pero al parecer, el lobo no planeaba darle paz, porque se acercó y restregó su hocico en la pierna del vampiro, quien se quedó inmóvil ante aquello, hasta que pudo sentir el viejo lazo que tenían reactivarse y una voz se escuchó a través de él.
